MI PRIMERA EXPERIENCIA

 

A partir de esta ocasión súper que me encantaría darme a los hombres .
Hola a todos. Quiero contarles como comenzó mi vida homosexual.

Tenía apenas 6 años y uno de mis primos llamado Jorge tenía 14 siempre se la pasaba en mi casa ya que mis papás y su mamá trabajaban así que solíamos pasar casi todo el día jugando pero nunca había pasado nada hasta una ocasión en la que estábamos jugando escondidillas estaban con nosotros 3 amiguitos, mi hermano, 2 primos todos de la edad entre 6 y 10 años, cuando corrimos a escondernos mi primo Jorge se escondió conmigo en unas zanjas para drenaje que habían hecho ya que estaban metiendo los servicios de drenaje, estábamos tratando de que no nos vieran y él me dijo que me pusiera adelante de él para que así el pudiera asomarse y ver que no fueran a encontrarnos, sentí como repegaba su cuerpo, específicamente su verga en mis pompitas yo con la inocencia de esos años nunca imaginé lo que estaba a punto de pasar lo único que quería era que no nos encontraran y poder ganar en el juego cuando de repente me dice Jorge, ven te voy a levantar con mis manos para que veas si no vienen a buscarnos y me cargó yo traía un short muy cortito y de tela delgadita típico de un niño de mi edad, cuando puse mis pompitas en sus manos empezó a subirme sentí como me las apretaba y me empecé a reír y a decirle que se calmara, me dice, que, no te gusta? Y yo le dije que no que ya parara en eso me empezó a meter su mano entre mi shortcito y me tocó mi culito haciéndome muchas cosquillitas, me gustó mucho eso que sentí pero de inmediato me hice a un lado pues sabía que no estaba bien, me retorcí para poder liberarme de sus manos y cuando ya estaba en el suelo vi que tenía su pene muy duro de fuera no se que cara puse cuando le dije que por qué estaba así que me dijo, tranquilo no pasa nada es solo que tus pompitas están muy bonitas y a mi amiguito le encantaron por eso está emocionado y le gustaría que le dejaras darles un besito con su piquito le gustan mucho y está llorando de emoción por ellas, mira…cuando lo voltee a ver estaba mojado de la puntita y yo pensé que era pipí, yo espantado le dije que no, que me ayudara a salir de la zanja que eso no estaba bien, él me dijo, no te espantes ni te enojes todo esto es porque eres un niño muy bonito con pompitas muy ricas pero si no quieres no pasa nada, pero no le vayas a decir a nadie porque si no todos van a querer besarte esas pompitas tan ricas y aunque tu no quieras te van a obligar, en ese momento me sacó de la zanja y ya no quise jugar me metí a mi casa pero en mi cabecita de niño llevaba el recuerdo de lo rico que había sentido y tenía ganas volver a ver a mi primo. Al siguiente día que llegó casi no me habló pero le insistí en que jugaramos a las escondidillas cuando estábamos en la zanja le dije que si me cargaba para ver donde estaban los demás y cuando puso sus manos en mis pompitas me empecé a mover cosa que le gustó y empezó a apretarmelas nuevamente y a hacer a un lado el shortcito que me había puesto y empezó a meterme el dedo me levanto bien alto y metió su lengua en mi hoyito fue una sensación deliciosa la que sentí me pidió que le agarrara su pajarito para que viera cuanto le estaba gustando y me pidió que le diera un beso en la putita eso me gustó y por lo que vi a él también decidimos terminar el juego para que los demás se fueran y después nos metimos a la zanja nuevamente ya ahí se bajó el pantalón y me bajó mi short empezo a besarme mi colita como desesperado y a morder mis nalgas suavemente y cuando llegó a mi agujerito se lo empezó a comer como si alguien se lo fuera a quitar aunque yo sabía que eso estaba mal me gustaba y mucho, cada vez que el me preguntaba si ya quería que parara yo le contestaba que no que siguiera haciéndome cosas ricas, de repente me agarró de la cabeza y me bajó a su verga salpicandome la cara de su lechita calentita me encantó esa sensación de sentir chorros de leche calentita en mi cara y el sabor puf! desde ahí me volví adicto pero no solo a la lefa sino a dar las nalgas. Después de recibir ese néctar su verga seguía parada, me dijo que me iba a dar algo que me encantaría y que nunca podría olvidar y así fue como me volvió a mamar el culito para lubricarlo rico y puso su verga en la entrada empujandola poco a poquito para no lastimarme, en un principio yo quería soltarme, zafarme por el dolor pero me agarro fuerte ordenandome que me quedara quieto que ya pasaría el dolor y vendría lo rico pero aunque realmente quería sentir todo ese trozo dentro de mi no pude y era comprensible, mi culito estaba pequeñito y la verga de mi primo era enorme y tan lo sabía él que prefirió que esto quedara así para no lastimarme solo la tallaba por fuera y eso me hacía sentir unas cosquillas deliciosas me metía un dedo y me tocaba muy dentro de mi hasta que terminó echandomelos en mi culito y pasando su lengua por el para comérselo, esa fue la primera vez que mi culo fue invadido y fue también la vez que supo que sería un culo muy putito porque a partir de ahí le encantó darse a quien lo quisiera para disfrutar, y ahora puedo decir que soy muy muy muy puto, pasivo y me encanta serlo eso sí muy varonil que aunque la gente que me conoce sabe que soy gay no se imaginan el gran puto en el que me convierto cada vez que me meten la verga.

 

Espero les haya gustado mi relato y si es así contaré la primera vez que mi primo me la metió y como me enamoré de él y seguiré subiendo más donde cuento como me volví el putito de la colonia y como hacía para que tanto chicos como grandes, gay como hetero, familia como amigos me rompieran el culo.

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