De abogado a enfermero

Soy hijo de padres divorciados, tengo veinte aƱos soy un chico de 1.75 metros, peso 80 kg, moreno claro, pelo corto, varonil y desde que tengo memoria me atraen los hombres, ya he tenido relaciones muchas veces. Pero continuando con mi relato, mi mamĆ” dejó a mi papĆ” cuando yo tenĆ­a tres aƱos y a partir de eso se alejó de mi y aĆŗn que tenemos contacto es muy poco una o dos veces lo veĆ­a por aƱo, mi papĆ” es muy putaƱero ā€œasĆ­ le dicen aquĆ­ a los hombres que han tenido varios matrimoniosā€ o mujeriego, despuĆ©s de separarse de mi mamĆ” se juntó con cuatro mujeres mĆ”s, dejĆ”ndolas con un hijo a cada una de las tres esposas que tubo despuĆ©s de mamĆ”, tuvo una hija cada una de sus tres ā€œesposasā€, la cuarta esposa le dio un hijo varón asĆ­ que por parte de mi padre tengo tres medias hermanas y un medio hermano.

Mi papĆ” o MartĆ­n, que es como yo le digo pues es raro que le diga papĆ”, es un hombre de buen ver de treinta y siete aƱos alto de un metro ochenta y tres, noventa kilos, un poco de pansa, piel blanca. Ć©l es un ingeniero agrónomo siempre dedicado al campo y a sus labores, hasta donde yo sabĆ­a Ć©l es muy machista y ā€œhomofóbico loco", yo lo dejĆ© de buscar y el a mi cuando supo que yo me declarĆ© gay, en ese tiempo yo tenĆ­a catorce aƱos.

Pero todo cambio cuando a él lo operaron de una hernia y otras broncas que tenía, así que cuando lo ingresaron al hospital nos llamó a todos para avisarnos, mis hermanas y hermano fueron a verlo pero yo no, después de varias llamada de Martín que por cierto las rechace, me llamo mi madre, a pesar de que mi madre se alejó de mi padre siempre estuvo en contacto con ella, yo solo recibía mi mesada y dejaba que Martín hiciera la suya sin molestarlo, pero ese día que mi madre me llamo todo cambio y lo que hacía era por mi madre y no por Martín.

ā€œsuela el celularā€

- CƩsar. Hola, madre, en que te puedo ayudar. - Mi tono de voz era algo sarcƔstico ya que sabƭa el motivo de la llamada de mi madre, pensƩ que estarƭa histƩrica al saber que no le respondƭa las llamadas Martƭn, pero no fue asƭ.

- Adela. Hijo me ha llamado tu padre que no le has contestado las llamadas, te pido que vallas a verlo no lo hagas por el hazlo por mĆ­, no quiero que te arrepientas de no haberlo ido a ver, te lo suplico hijo hazlo por mĆ­. – use mi voz de abnegada y sufrida para que mi hijo accediera a ir a ver a su padre, sabia que si se lo pedĆ­a de esa manera el irĆ­a a verlo.

- César. EstÔ bien madre esto lo hago solo por ti. - Solo por la súplica de mi madre y que siempre termina convenciéndome, fui a ver a Martin e hice mi orgullo a un lado.

fui a verlo, cuando llego al hospital donde estaba Martín, entre a la sala una enfermera pregunto quien es el paciente que visitaba, así que le di su nombre, la enfermera me acompañó y me dijo que era un paciente muy especial, un paciente muy trabajoso. pasé al cuarto y lo vi que aún tenía su ropa normal puesta,

- CĆ©sar. hola ĀæMartĆ­n como estas? – de mi padre nunca espero respuestas amables ni cariƱosas pues siempre se ha referido a mĆ­ con sobre nombres y de manera grosera.

- Martƭn. pues no ves aquƭ que todos quieren meter mano a cada rato no mƔs chingando, sacando sangre, que me ponga bata, etc. - Ver llegar a mi hijo me dio gusto pues me sentƭa con miedo, pero no querƭa demostrarlo y me sentƭa solo en ese lugar sin el apoyo de nadie nunca he sido un buen hombre y es por ello por lo que nadie estaba a mi lado.

- César. No te portes como niño Martin, así son las cosas aquí y si quieres estar bien tienes que hacer lo que se te indique. - no supe de donde me salió el valor para hablarle de esa forma a Martín, pero ya estaba hecho.

Me quede sorprendido al ver que Martin se puso a llorar, mientras me decƭa que nadie lo querƭa cuidar que ni sus hijos ni esposa, pues fue todo un drama, me sentƭa incomodo al ver como estaba portƔndose Martƭn

- CĆ©sar. No tienes por quĆ© preocuparte aquĆ­ te cuidaran bien. – no sabĆ­a que decirle para que se calmara y no tuviera problemas en la operación.

- MartĆ­n. sĆ­ me van a dejar solo como perro mejor me muero que no me hagan nada. – nadie me querĆ­a acompaƱar y mi Ćŗnica opción era convencer a mi hijo para que estuviera al pendiente de mi por si no salĆ­a bien todo.

Cuando mi padre se estaba quejando de que estaría solo y que nadie lo quería, en eso tenía razón, pues yo no sentía mucho afecto por él y creo que sus esposas e hijos tampoco, en eso intervino la enfermera.

- Enfermera. el paciente no puede estar solo, asƭ que un familiar tiene que estar al pendiente de Ʃl.

sentƭa lƔstima ver a Martƭn en ese estado asƭ que cometƭ el mejor error de mi vida.

- CĆ©sar. sabes que MartĆ­n yo estarĆ© aquĆ­, pero con una condición, harĆ”s lo que te pidan Āæde acuerdo? – no sabĆ­a que hacer para tranquilizarlo y ver por su salud, pues, aunque en ese momento no sentĆ­a cariƱo por Ć©l no lo querĆ­a ver enfermo, mi padre se quedó callado unos segundos.

– Martin. Āæpero si te vas a quedar aquĆ­? – con quien menos esperaba contar en esos momentos estaba ahĆ­ de pie con su cara de miedo y nervios viĆ©ndome fijamente y como aĆŗn desconocido.

- César. si aquí estaré. - arregle todo para poder ser quien se quedarÔ con el paciente, la enfermera me dijo que se tenía que hacer, me dijo que mi padre no quería hacer nada así que me dejo todo lo necesario para que mi padre se preparara a la operación.

- Enfermera. Por favor joven ayude a su padre es algo especial, no se quiere dejar que lo preparemos, le encargo por favor.

- César. haber Martín ponte la bata. - para todo se quejaba que le iban a ver el culo, que eran pendejadas, etc. Ya a regañadientes se puso la bata, pero lo peor, depilarlo fue una batalla al final logre que accediera hice a un lado su bata y depile su abdomen que mÔs bien panza y sus genitales cuando depilaba sus genitales me empezó a decir.

- MartĆ­n. eso lo disfrutas verdad te encanta hacerlo, de seguro lo estas disfrutando, yo aquĆ­ muriĆ©ndome y tĆŗ de maricon agarrĆ”ndome mis partes de hombre, si hasta se te ve que babeas al hacerlo. – no sabĆ­a cómo actuar y me ponĆ­a nervioso, pero no querĆ­a que se diera cuenta y tenĆ­a que ocupar mi mente en otra cosa para no tener una erección.

yo me quedé callado, minutos después cuando el enfermero quiso revisar a Martin, este se negó diciendo que él no era joto, que no le vería su verga otro hombre, bueno me quede avergonzado ya cuando salió el enfermero le llamé la atención.

- César. Martin si sigues con tus cosas te dejaré solo. - se quedo callado, al siguiente día lo operaron salió de cirugía lo pasaron al cuarto, la enfermera me dio las indicaciones para estar pendiente de mi paciente, estuve pendiente todo el día ya a la mañana siguiente cuando le estaba dando de comer.

- Martƭn. quiero ir al baƱo,

- César. no puedes ir al baño, pero te pondré el cómodo. - eso era ofensa para él, pero accedió ya al terminar lo quiso limpiar la enfermera, pero ahí sí que no quiso.

- Enfermera. Si no lo limpio yo quien lo hare haber diga ¿quién lo limpiara?

- MartĆ­n. yo solo.

- Enfermera. no puede usted solo, alguien lo limpiara, le llamarƩ al enfermero para que lo haga.

- MartĆ­n. pues si lo va a hacer alguien que sea el puto ese. – no querĆ­a que nadie me tocara el culo asĆ­ que el Ćŗnico que serĆ­a quien me tocara esas partes seria mi hijo el puto.

(así me decía desde muy chico) la enfermera se sorprendió y le dije esta bien yo lo haré lo limpie como se tenía que hacer y me decía disfrútalo puto cuando salga te voy a poner una bola de madrazos, igual solo lo escuchaba, lo limpiaba dos veces al día y un baño así que durante dos días así se puso, al tercer día cuando lo estaba limpiando la segunda vez se ensucia mÔs de lo normal, así que tome su pene con mi mano para limpiarlo y se le empezó a parar, continúe hasta que estuvo limpio, al finalizar quedo su pene parado, me puse a reír

- MartĆ­n. Āæque tienes puto? – mi hijo se estaba riendo de mi cuando no pude controlar mi erección este obviamente lo noto se empezó a reĆ­r.

- CƩsar. que paso Martƭn se te paro la riata, -me reƭ mƔs fuerte,

- Martín. pendejo tengo ya meses sin nada de nada. - Fue la única excusa que se me ocurrió y pues era la verdad también y sentir las manos subes de mi hijo pues reaccione.

Yo continúe riéndome de Martín al ver su erección y en ese momento martín me conto sobre su mala relación con su actual esposa, y de lo solo que se sentía en ese momento Martín se veía diferente su mirada desafiante se volvió triste, sentí lastima por él y en un momento agacho la cabeza, creo que se sintió triste al platicarme sobre su vida, después volteo a verme y dirigió una sonrisa algo diferente, pues se le veía ya mÔs tranquilo, después de que estuvo un momento en silencio con su cabeza agachada.

- MartĆ­n. ya es hora de que me baƱes. – mi hijo al escucharme su rostro se dibujó la tristeza o lĆ”stima que sentĆ­a por mĆ­, al principio le contĆ© para olvidar lo de la erección, pero despuĆ©s fue porque le tuve confianza a mi hijo.

- CĆ©sar. Deja te preparo el agua para darte un baƱo, ya regreso. – en esos dĆ­as habĆ­a platicado con mi padre mĆ”s de lo que habĆ­a hablado en todos los aƱos pasados.

A la hora de baƱarlo siempre le jabono el cuerpo para finalizar con sus genitales, despuƩs de lavƔrselos por vagancia y un poco de morbo, lo empecƩ a masturbar por mi mente atravesaron varias cosas, pero lo que mƔs se vino a mi mente fue que me darƭa un manso, para mi sorpresa el tenƭa los ojos cerrados y disfrutaba, en ese momento decidƭ parar pues no querƭa arriesgarme a que mi padre se molestara y me agrediera.

- MartĆ­n. sigue hijo hazme el favor, no me dejes a medias por favor continua. – en ese momento no me importaba lo que pensara o fuera mi hijo lo que querĆ­a era desahogarme.

Al escuchar lo que me pedƭa Martƭn me sentƭ confundido, pero con el morbo continuƩ dƔndole carro como dicen aquƭ, duro poco tiempo y se vino en mi mano, Martin seguƭa suspirando despuƩs de haber terminado, fue algo breve pues como dije duro poco tiempo, lo limpie y termine de darle su baƱo, cuando termine de baƱarlo me dijo;

- Martin. cuando me recupere, te voy a dar unos vergazos por puto. – no dejarĆ­a que fuera fĆ”cil para mi hijo, no sabĆ­a que decirle y lo primero que se me ocurrió fue decirle eso, como siempre Ć©l me ignoro.

solo una vez mÔs se repitió lo de ese día, a los cinco días después de la operación ya se podía mover mas y debo decir que mejoro nuestra relación familiar y aún que nos tratÔbamos mÔs como amigos que como padre he hijo, para esos días el ya podía bañarse por sí solo, el primer día que el doctor dijo que ya se podía bañar él solo, lo metí al baño le preparé su agua y cuando iba a salirme del baño dijo;

- MartĆ­n. oye dile a la enfermera que si ya puedo tener relaciones. – ese dĆ­a me sentĆ­a cachondo y con ganas de tener sexo, asĆ­ que tenĆ­a todo para hacerlo solo faltaba el permiso de los mĆ©dicos.

- CĆ©sar. no chingues MartĆ­n aĆŗn no puedes. – en que estaba pensando MartĆ­n me metia en cada aprieto, me encamine para salir del baƱo cuando lo escuche a MartĆ­n.

- MartĆ­n. oye ayĆŗdame que aĆŗn no puedo. – no es que necesitara ayuda para baƱarme si no para otra cosa necesitaba su ayuda.

- CĆ©sar. te ayudarĆ© a vestirte. – nos sabia que pensar o que contestar pues a MartĆ­n se le veĆ­a diferente.

- MartĆ­n. No. quĆ©date aquĆ­. – querĆ­a que mi hijo estuviera ahĆ­ a mi lado.

cerré la puerta me quedé ahí, se Quito la bata entro a bañarse cuando estaba ahí se empezó a masturbar y me dijo ven aquí ayúdame me acerque y dije a que te ayudo tomo mi cabeza y la llevo hasta su verga, yo sorprendido y caliente de ver como se bañaba accedí a mamÔrsela es una súper verga de 18 centímetros, llena de venas, morena, recta y delgada. muy rica, la metí a mi boca y me cupo toda, se la mamé por varios minutos, pero no lo hacía terminar, la retiré de mi boca y le dije;

- CĆ©sar. oye ya estoy cansado de mamĆ”rtela. – la verdad que despuĆ©s de varios minutos sentĆ­a mis mandĆ­bulas adormecidas.

- MartĆ­n. ahora terminas lo que iniciaste. – no pensaba quedarme a medias de tal acto que me tenĆ­a caliente.

- CĆ©sar. Āæcómo le hago si ya no quiero mamar? – sabĆ­a quĆ© hacer y cómo hacer para que MartĆ­n terminara, pero querĆ­a que Ć©l me lo dijera.

me dijo así, metió su mano bajo mi pantalón agarrÔndome las nalgas y pues yo todo caliente solo suspire, bajo mi ropa y me puso contra la pared escupió su verga y me la metió, con mi calentura no opuse resistencia hubo dolor pero mÔs que dolor placer, puso una de sus manos en mi brazo y la otra en mi cintura y envestía lento yo apretaba mis labios para no gemir, el hacia lo propio la sacaba medio de lado h la metía de nuevo, aún que la verdad lo disfrutaba me preocupaba su salud, así que le dije oye viejo termina que puede hacerte mal.

de pronto me dio mƔs fuerte y con un largo suspiro termino dentro de mi, me limpie salƭ del baƱo lo ayudƩ a vestir y lo acostƩ en su cama, unos minutos mƔs tarde entro la enfermera y dijo que le darƭan ya el alta para que nos fuƩramos a casa y pregunto si tenƭamos alguna duda yo respondƭ que no, pero Martƭn dijo yo sƭ.

- enfermera dĆ­game.

- MartĆ­n. Āæya puedo tener sexo?,

la enfermera se ruborizo y dijo aún no señor, ya que para eso tendrÔ que hacer fuerza, pero no papÔ no paro, sigue haciendo cuestiones de como hacer el sexo sin esfuerzo eso me puso rojo de la vergüenza, también con el doctor cuando paso a dar el alta hizo la misma pregunta, pero esta vez al dijo doctor.

- MartĆ­n. Āæya puedo tener sexo? digo que mi vieja se monte a cabalgar en mĆ­, asĆ­ no harĆ© fuerza. – ya no tenĆ­a a mi vieja pues al no haberme visitado ningĆŗn dĆ­a pensĆ© que ya no la tenĆ­a, pero tenĆ­a a mi hijo.

el doctor sonrió y dijo ya es posible, pero debe tener mucho cuidado. Salimos del hospital lleve a mi padre con su actual familia, cabe decir que durante el tiempo que estuvo hospitalizado nadie fue a verlo, pero bueno es lo de menos, lo deje en su casa y me fui a la mía, lo dejé de ver por aproximadamente dos meses sin mandarle siquiera un mensaje, un día al salir de mis clases vi un mensaje el cual era de mi padre, me pedía que fuera a su casa la verdad no quería ir así que le marqué y lo escuché mal de verdad, me decidí a ir a verlo después de cómo lo escuche. para ese tiempo como estudiante rentaba un departamento, pues mi mamÔ vivía a unos ochocientos a mil kilómetros de la universidad mientras que donde vivía mi papÔ era muy cerca a unos doce a quince kilómetros o quizÔs menos.

en fin fui a verlo y lo encontré tirado en un sofÔ muy ebrio y rodeado de basura de comida chatarra, me sentí mal por el así que lo llevé a su cama, limpie y ordené todo fui a comprar algo para preparar de comer, ya muy tarde mientras veía la tv me habló fui hasta su recÔmara me pidió que lo ayudara a bañarse preparé el baño se metió a bañar, cuando salió cenamos lo regresé a su cuarto y me dispuse a dormir en la mañana pasé a verlo y despedirme, pero cuando le dije Martín ya me voy que estés bien se puso de pie y me dijo ¿también tu me abandonas? su cara se veía triste algo que nunca había visto en él.

sentí lÔstima y le dije no despreocúpate estaré aquí saliendo de clases, salí de clases y tenía dos llamadas perdidas de Martín, de inmediato me fui a su casa al llegar pregunté que pasa solo lo vi reír y dijo nada solo que no quería que se te olvidara venir, preparé comida comimos y nos pusimos a ver tv, durante un rato estuvo agarrÔndose su verga lo noté, pero me hacía el disimulado, de pronto me dijo;

- MartĆ­n. mira puto, quien estĆ” feliz de tenerte aquĆ­. – me estaba volviendo adicto a mi hijo y su cariƱo, Mi hijo me sonrió y como siempre me ignoro y se puso a ver tv.

Estaba atento viendo tv cuando me dijo Martín, mira puto. Este tenía su verga de fuera, lo miré a los ojos por unos segundos y después me puse a mamarle la verga, mientras se la mamaba fue quitando su camiseta y bajando sus pantalones, se sacó los zapatos, continuo hasta quedar desnudo, agarraba mi cabeza y me envestía con fuerza metió sus manos en mi trasero y trataba de meter su dedo en seco. a lo que yo me sacaba pues era algo doloroso, me dijo bajara mi pantalón, baje mi ropa hasta la rodilla sin dejar de mamÔrsela, el hacia un tipo bufido ufff ufff, escupió su dedo y lo introducido en mi culo.

Estaba de rodillas en el sofÔ bien excitado al escuchar como bufaba y cada ves que metía su dedo yo paraba mÔs mi trasero, me jalo del pelo para sacar su verga de mi boca se puso de pie bajo mi cabeza poniendo mi cara pegada al sofÔ y dijo ni te muevas, así quédate, se coloco atrÔs de mi y escupió mi culo, con su dedo unto saliva y la desplazo sobre mi ano, abrió mis nalgas y me dio un piquete fuerte en ese momento me saque por el dolor y me dijo que no te muevas puto, yo solo dije: me duele.

me la metió de nuevo pero esta ves mÔs despacito la saco y repitió me dio un piquete pero el dolor era menor, la saco y volvió a escupir en mi culo metió su verga de nuevo le encantaba ver como salía y entraba en mi culo, solo movía una pierna sacÔndola como de lado y la metía toda de nuevo ya no pude resistir y comencé a gemir de placer cada ves que me envestía, me tomo de mi cintura clavando sus dedos en mi abdomen y me envestía con rapidez, tan solo de escuchar su gemidos continuos de oh um ah y su respiración agitada no pude aguantar y me vine sobre el sillón, le dije ya terminé y me contesto yo aún no, así que aguante puto.

aĆŗn que era algo incómodo sentir su verga dentro de mĆ­ lo deje continuar solo fue poco tiempo para cuando se vino dentro de mi, saco su verga se veĆ­a su respirar agitado se tumbó en el sillón respirando con profundos fuu... jalaba aire y fuu… me parĆ© y le dije;

- CĆ©sar. Āæcansado? – veĆ­a a mi padre agotado uy con cara de satisfecho.

- MartĆ­n. Woo si algo, mĆ”s que cansado estoy a gusto. – esto me estĆ” gustando mĆ”s que ninguna otra cosa tener sexo con mi hijo es excepcional.

Cuando tome mi ropa Martín me pregunto ¿a dónde vas? Le respondí Voy a bañarme, agitado me dijo esta bien, ya mÔs tarde me despedí, pero Martin me pidió que no me fuera me dijo;

- Martin. quĆ©date aquĆ­, no quiero estar solo. – me sentĆ­a feliz y querĆ­a que esta felicidad se alargara mĆ”s con mi hijo en casa.

no sabƭa que decir lo pasaba bien, pero es mi papƔ pensaba demasiado en eso, esa noche me quedƩ al dƭa siguiente me fui a clase mƔs temprano, lleguƩ al departamento me baƱe y cambie de ropa escuche el celular sonar, era Martƭn que me llamaba me dijo vente quiero que estƩs aquƭ hazme compaƱƭa, me puse a pensar en todo lo que me dirƭa mi mamƔ, la Soledad de papa, los que dirƔn los demƔs, pero nunca en lo que yo estaba sintiendo, Eso me puso de malas y no podƭa pensar claro.

vuelve a llamar Martín y no sabia si contestar, después le hablé y al contestar me dice que mal pagaste, igual que todos me dejas solo cuando te necesito, no cuento con nadie. nadie me quiere etc. Termino de hablar y le dije mira Martín la verdad, me puse ha hacer un trabajo y se me hizo tarde quisiera estar a tu lado, pero tengo muchas cosas en la cabeza, me dijo ¿y si voy por ti vienes? Me quedé pensando y me dice ya voy por ti, le respondí estÔ bien aquí te espero, no pasaron ni cinco minutos cuando me dijo ya estoy aquí afuera de la casa, ¿yo me quedé de qué? Que onda se vino volando, salí con una muda de ropa y lo necesario, subí a la camioneta cuando nos dirijamos a su casa le pregunté

- CƩsar. oye hiciste un tiempo corto de venida. - se rƭo y me dijo cuando te hable ya venƭa en camino.

me dejo pensativo mi padre me estaba acosando. llegamos a la casa y en la sala una botella de vino, verla ahí me preocupó pues de nuevo estaba tomando, cenamos me pregunto que me pasaba yo no le comenté nada, me dijo vamos a adormir ya es tarde mañana vas a clases, se dirigió a su habitación yo a donde me estaba quedando la habitación de mi medio hermano, pero me agarro de la mano y me dijo no ya no duermas allÔ ven aquí conmigo. La verdad todo me sorprendía ya que el no era así, nos dormimos me abrazo casi toda la noche admito que no fue muy reconfortante ya que no estoy acostumbrado a dormir con alguien.

Me fui a clases y al despedirme me dijo quédate estos dos días aquí por favor, le dije si esta bien Martín me quedaré este fin aquí, salí de clases hable con mamÔ que no podría ir este fin por trabajos pendientes, tome ropa y algunas cosas y me fui a la casa de Martín llegando me dio un abrazo al entrar a la casa, me puse ha preparar la comida comimos limpie un poco, el salió ya cuando estuvo de regreso me platicó sobre su trabajo veíamos tv y me dijo; oye puto prepararme un pan con jamón ¿sí? Yo me paré y fui a prepararlo cuando estaba en la cocina llego me abrazo por detrÔs beso mi nuca admito me quedé frío me dio la vuelta me empezó a besar todo, yo traía un short deportivo que lo hizo a un lado.

Después me bajo mi short me subió a la mesa se empezó a desvestir y después me desvistió a mí, me besaba apasionadamente en ese momento le dije haz de mi lo que tu quieras, me respondió eso tenlo por seguro me puso al borde de la mesa me metió su verga luego me la saco me agacho sobre la mesa mordió mis nalgas las cachetes un poco, jugaba su verga en mi culo me golpeaba las nalgas con ella, la pasaba por toda mi raja de pronto se detenía en mi ano y presionaba lento sin meterlo me dio la vuelta me volvió a besar apasionadamente así me llevo a la sala y en el respaldo del sillón me giró me agacho escupió mi ano, me metió su verga puso su mano en mi cabeza.

me dominaba mientras me envestía metiéndome toda su verga, me dio despacio después algo mÔs fuerte la saco y me hizo que cabalgar en él, me metí su verga la disfruté me empecé a mover colocando mis manos en el piso me eche para atrÔs moviendo mis caderas adelantes y atrÔs, los bufido de el eran mÔs intensos yo con los ojos cerrados lo disfrutaba y gemía de placer, por estarlo montando me tomo mi verga me empezó a masturbar hasta que termine en su abdomen de pronto agarro mis caderas me dio duro y se vino dentro de mí, me tiré a su lado en el piso y ambos jadeando nos besamos después de un rato nos vestimos.

al día siguiente te que hacía el desayuno llego y me pregunto que me pasaba, le expliqué lo que sentía y el se quede pensativo y después de un rato me dijo; vente a vivir conmigo al final de cuentas somos padre e hijo, quien podría pensar que te hago mío?, yo le dije que lo pensaría, ya en la noche me volvió a preguntar si quería vivir a su lado en su casa, tome la decisión y le dije que si, en ese momento fuimos por mis cosas cancelé la renta del departamento, llegamos a la casa de Martín y me dijo; en la calle seré el mismo que un día fui. Pero en casa seré quien te haga el amor en cada rincón de la casa, aquí serÔs mi mujer y yo seré tu marido y así fue durante muchos años aún vivo con mi padre ambos trabajamos y no hay rincones de la casa en el cual no me haya dado todo su amor de padre.

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