Mi nombre es Jaime, tengo 42 años, y llego otros largos trabajando para una empresa en la que no daré muchos detalles. Debido a la pandemia, la idea fue que solo los altos mandos de la compañía fueran a la oficina a gestionar y trabajar. Yo cumplía con mi deber de finanzas, el gerente Jaramillo, vicepresidentes unos 6 y algunas personas de más. Cada uno llegaba con su tapabocas, a veces habían días donde uno no sabía quien llegaba y quien no, y la única forma de saberlo era entrando a las oficinas personales de cada persona. Pues todo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Eran las 6 de la mañana y yo entraba a la oficina. De chismoso quería saber quien andaba por ahí pero el edificio entero parecía abandonado. Solo fue hasta que subí al piso centrar donde vi a Sofía y a Alex hablando tranquilamente encima de una mesa. Sofía era la gerente del área de productos. Era muy bonita, rubia, muy buen cuerpo en especial su culo, dejaba antojado a cualquier hombre incluso a mi que soy gay. Sabía que era muy fiestera y sensual cuando se lo proponía. Pero nada como Alex. Ese papito me tenía hechizado desde que vino. Era bastante joven unos 29 años y vicepresidente comercial. Un cuerpo de modelo, hombros anchos y pecho duro, abdomen marcadito, alto, una sonrisa encantadora y unos tatuajes en sus brazotes que me desnudaban. Su culo de macho para comérmelo completo mm. En fin, los vi muy animados y hablé con ellos un rato para luego proseguir. Al media día, estaba cansado y a punto de acabar mi trabajo. Quería imprimir algo y me acorde que Alex tenía una impresora en su oficina así que llame, pero no contesto. Supuse que se había ido. No me quedo más remedio que bajar hasta el sótano al cuarto de impresión el único que no requería llaves. Un cuarto muy solitario e....íntimo. Al entrar me lleve una sorpresota.
Alex estaba con los pantalones abajo cogiendose a Sofía que estaba con su vestido levantado mientras Alex le tapaba la boca. Quede congelado y perdí la noción del tiempo. No demoraron en darse cuenta para que se pusieran sus pantalones y vestidos. Todos nos miramos congelados. - tengo que irme- rompió el silencio Sofía riéndose y se marchó casi corriendo. Casi sin poder dije - Alex, necesitaba imprimir unos documentos y no contestaste...- intentó hablar pero continué- los espero a color en mi oficina porque mi impresora no tiene tinte. Quería hacerlo sentir incómodo y con miedo, porque si el doctor Jaramillo se enterara de lo sucedido, los echa a la calle. Tiempo después Alex subió a la oficina y dejó los documentos en silencio. Estaba bastante incómodo. Fue cuando tomé la importante decisión de subir a la oficina de Jaramillo a dejarle los documentos. Iba de salida de la oficina del gerente cuando entró Alex. - Le vas a decir? - No lo se...porque no debería? - Jaime, haré lo que sea pero por favor no nos cagues la vida... - Fresco, no haré nada...- le dije - Tengo que asegurarme. Como puedo comprar tu silencio? Fue cuando pensé, el siempre supo que me atraía bastante, así que me acerqué y con mi mano agarré su bulto que escondía en su señido traje. De un empujón me aparto diciéndome “soy hetero amigo”. Pero ya era hora de forzar las cosas. El mismo dijo “tengo que asegurarme” así que le hice una mueca y volví a tocar su bulto.
- está bien está bien, pero solo como compañeros. Cerramos con seguro en la oficina y sobre la mesa transparente nos sentamos. Nos empezamos a sobar nuestros bultos y luego nos quitamos el pantalón. Traía unos bóxers azules que escondían una polla bastante gordita y grandecita. Estaba semierecta por la estimulación que le hacía. El apenas movía mi pene un tanto flaco pero larguito. Me permitió desabrocharle la camisa y apreciar su cuerpo. Fue cuando de un impulso me metí su pene a la boca. Me empuja bruscamente hacia atrás. - Dije que como compañeros Entonces empiezo a agitarlo rápido y de improviso ahora si me lo meto a la boca. Me resisto contra sus manos que me querían quitar. Pero si no estaba loco, le escuché un gemido. Jaime quítate - me decís casi sin poder hablar. Gemía rico mientras se quejaba.
- Ahh Jaime no más Yo agitaba más y más. En un momento se paro de la mesa para intentar quitarme pero yo seguía ahí y de lo caliente que estaba, con la otra mano le agarre el culo. - Ahh Jaime me voy a correr quítate Con severo mensaje menos me iba a quitar. Apreté más su culo hasta que empezara a gruñir. Deje de sentir su resistencia y esta vez sentí que me ayudaba a parar, me volteó bruscamente y me puse en cuatro con la cara pegada al escritorio. Sin avisar me metió su pené en mi hueco y gemí durísimo. Lo metía y sacaba rápidamente su pene de ahí mientras decía que se iba a correr. - Arrodíllate aquí perra Le obedecí. Mientras miraba como se masturbaba en mi cara le dije - No eras hetero? Me respondió con un cállate y me metió su pene en mi boca. Junto sus gemidos sentí toda su leche en mi lengua. Saco su pene y se puso su bóxer. - más vale que te calles Maricon Se vistió y se fue. Ahí desnudó, tirado en el escritorio, fue el día más feliz de mi vida
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