Me cogi al novio de mi cuñada


Cómo antes había escrito, me llamo Alexander soy de complexión atlética ya que me gusta ejercitarme, mido 1.
78, moreno claro, cabello y ojos café castaño, estoy casado desde hace 3 años y se podría decir que soy bisexual ya que los hombres no me atraen más alla de solo el sexo, nunca he besado a uno ni me llama la atención hacerlo.

Manuel es el novio de mi cuñada tiene 18 años recién cumplidos, ya tenemos tiempo de conocernos, tanto que a veces bebemos juntos; un día de esos él venía de jugar fútbol, vestía un short color azul pegadito y una camiseta blanca, mide cómo 1.75 aproximadamente, es un poco más claro de piel que yo, tienes unas piernas y unas nalgas que hipnotizan a cualquiera y para ser sincero es muy guapo el cabrón.

Yo me estaba tomando una cerveza.

– Que onda Manuel – saludándole le ofrecí una cerveza.

– Gracias! – contestó gustoso.

Se sentó a mi lado y platicamos por un rato temas sin sentido, cerveza tras cerveza, no nos dimos cuenta que el tiempo pasaba, ambos teníamos ganas de beber más pero ya habían cerrado el depósito, le propuse ir por más bebida a un depósito cercano donde atienden toda la noche, Manuel asintió, subimos a mi camioneta y partimos.

Al calor del alcohol me imaginaba una y mil situaciones con él, pero en cierta forma era riesgoso por ser el novio de la hermana de mi esposa, así que lo deje por la paz.

Llegamos al depósito, compramos algunas cervezas y volvimos a la csmioneta,Manuel caminaba delante de mí, la vista era fabulosa, esas nalgas redondas se movían al compás de sus pasos, qué rico culo tienes esta wey, pensé!

De camino de vuelta me dieron ganas de orinar y me detuve en una terracería cercana.

– Aguántame wey voy a mear!
– Arre we yo también quiero orinar.

Me saqué la verga y comencé a orinar, noté la mirada de Manuel hacia mi verga, según él quería parecer discreto pero falló en el intento y me di cuenta fácilmente;

– Si quieres tómale una foto.
– Le dije entre risas.

– No mames Alex es que tienes una buena verga.

No tengo una verga descomunal como las de algunos relatos pero puedo decir que gozo de un buen ejemplar, venoso, grueso y cabezón.

– Jaja si te gusta tanto porque no le das una chupadita, continúe riendo.

– Jaja no MMS no soy puto – me contestó riendo y sacudiéndose la verga.

Acto seguido yo también me la sacudí para retirar los restos de orina y me subí a la camioneta, un silencio se apoderó del momento.

– Alex, te puedo decir algo?
– Si we que pasa – Me hice pendejo pero sabía que venía algo bueno.

– Que esto se quede entre nosotros!
– Simon wey.

– Siempre he querido probar que se siente estar con otro hombre.

– Pues a tus órdenes – Le dije tomándole la mano y posandola sobre mi verga.

Torpemente me la sobaba por encima del pantalón, era brusco, me estaba lastimando así que decidí detenerme un poco y lo invite a pasarnos a la parte trasera de la camioneta ( es una camioneta familiar cerrada y los asientos de atrás son reclinables)

– We sobamela despacio.

– Perdón we, nunca he hecho algo parecido y la neta estoy nervioso.

– No te preocupes de aquí no sale nada, te imaginas el pedo en el que me meto si se entera mi vieja?

Me desabrochó el pantalón y le ayude a bajarlo hasta los tobillos, continuo tocando sobre el boxer, mi verga estaba a reventar y una mancha de preseminal se marcaba.

– Alex te la puedo mamar?
– Adelante Manuel, es lo que estaba esperando.

Me la saco del boxer, la tomo con su mano, se acercó despacio, se me hacía que tardaba demasiado así que le tome de la cabeza y lo acerque con fuerza a mi verga, instintivamente abrió la boca y se la enterré hasta el fondo, eso le provocó arcadas y unas lágrimas salieron de sus ojos, la chupaba torpemente, se notaba que era la primera verga que tenía en su boca, sus dientes me lastimaban.

– No MMS Manuel trata de no morderme.

– Glup, Glup, perdón we, me dijo mientras seguía mamando.

Aprendió rápidamente y pronto me estaba haciendo gozar de lo mejor.

– Quieres sentir mi verga en tu culito?
– No MMS es muy grande me vas a lastimar.

– Lo haré con cuidado we – Estaba deseoso de romper ese culito.

– Ok pero lo haces suave.

– Si we

Le baje el short con todo y ropa interior.
Uffff qué culazo se carga este wey, redondo, sin un solo bello, ni granos, parecían como de bebé, lo gire mientras seguía mamandomela, le abrí sus nalgas, quería probar ese ano virgen, acerque mi lengua y Manuel soltó un gemido leve, continúe con mi faena mamando con locura aquel esfínter que se contraía involuntariamente, tenía tiempo sin disfrutar un buen culito como ese,me esforzaba por meter mi lengua hasta el fondo, le lubrica a y le pasaba un dedo masajeando suavemente, metí uno y dio un pequeño brinco pero no dejo de chuparme la verga, hice movimientos circulares con mi dedo dentro de él, cada vez gemía más fuerte, le metí un segundo y después un tercer dedo, al paso de los minutos ya entraban y salían con facilidad.

– Ahora sí Manuelito sabrás lo que es bueno!
– Con cuidado wey.

Lo puse en cuatro y apunte mi verga a su dilatado ano, hice un poco de presión y entró el glande.

– No MMS Alex, me duele.

– Aguanta un poco we, verás como el dolor pasará.

Continúe poco a poco y era evidente el dolor de Manuel, se sacaba un poco pero no sé quitaba, quería llegar a las ultimas, total ya estaba ensartado, al fin entró la última parte de mi verga, me mantuve unos minutos inmóvil, la respiración de Manuel era rápida y entre cortada, en ratos pasaba saliva, se la comencé a sacar y meter despacio, se escucharon gemidos débiles, comenzaba a gustarle, aumente poco a poco la intensidad, a los 15 minutos ya lo penetraba con fuerza, gemiamos fuertemente, lo cogía cada vez más violento, mis huevos chocaban con sus nalgas.

– Que rico culo apretadito tienes Manuel, le decía entre gemidos.

– Y que cogida tan sabrosa me estás dando pinche Alex, no creí que se sintiera tan bien ahhh ahh, que rico.

Lo puse boca arriba y eleve sus piernas para ensartarte de nuevo, lo masturbaba al mismo tiempo, sus gemidos eran cada vez más fuertes, su piel se erizo, su culo se contrajo de una manera fenomenal, estaba a punto de eyacular, yo acelere mis movimientos, quería terminar al mismo tiempo que el, su verga comenzó a temblar y arrojó 5 chorros de espesa lefa, al mismo tiempo me corrí yo y le llene su culo de macho virgen con mi leche, aún no terminamos cuando entro una llamada, era mi esposa!! En la madre wey, nos habíamos olvidado por completo de eso.

– Alex dónde están, ya tardaron demasiado.

– Perdón amor estábamos en la gasolinera y había bastante gente.

Fue lo primero que se me ocurrió, rápidamente nos vestimos, limpiamos un poco la camioneta que estaba inundada de un olor a sexo y volvimos a casa, Manuel se despidió pero en su rostro se veía una mirada nueva hacia mí.
Se despidió de mi cuñada y se retiró.

Los siguientes días fueron como si nada hubiera pasado, espero poder cogerme lo de nuevo.

Espero les haya gustado, saludos desde Guadalajara, no olviden comentar.

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