En el uber de vuelta a casa 🔥
Os voy a relatar como una noche de fiesta con mis compañeros de trabajo acaba con un caliente recorrido en uber.
Llevábamos unas cuantas copas, estabamos todos los compañeros de trabajo juntos. La discoteca en la que estábamos estaba apunto de cerrar. Apuramos los últimos tragos para ir a recoger nuestras chaquetas del guardarropa.
Una vez salimos del local nos apetecia seguir de fiesta, tan solo eran las 5 de la mañana, pero habÃa sido un dÃa largo y duro de trabajo. Yo decidà irme a casa, ya que al dÃa siguiente tenÃa que despertarme temprano para hacer unas cosas. Cómo el metro aún no estaba en funcionamiento y no me apetecÃa coger el bus nocturno, opté por pedir un uber.
Mientras esperaba a encontrar uno, deseaba que el conductor fuese guapo. Y como una vez que aceptan el viaje puedes ver su foto, no tardé en comprobarlo. Tengo un amigo que cancela los viajes hasta que le salga un conductor guapo, yo estaba muy cansado como para hacer eso.
Mi conductor serÃa Adam, un chico indio de unos 33-35 años. ParecÃa bastante atractivo en la foto. Por cierto, yo soy un chico de 28 años, 178, 74 kg, digamos que atractivo, no suelo tener mucho problema para ligar con chicos.
Al cabo de 3 minutos aproximadamente llegó Adam a recogerme. Como es habitual, le pregunto si puedo sentarme en el asiento del copiloto, a lo que accede sin problemas. Ya dije que habÃa sido un dÃa largo y ya llevaba varias horas tomando copas, cuando me monté en su coche, el tÃpico pryus, me abroché el cinturón y me puse cómodo en el asiento. Recuerdo que apoyé mi brazo en el reposabrazos que me separaba de Adam, con el vaivén del coche empecé a quedarme medio dormido. Después de un rato paramos en un semáforo, creo que me quedé dormido por unos 5 minutos. Me di cuenta de que estabamos compartiendo el reposabrazos, ya que notaba su brazo fuerte y caliente pegado al mÃo. Aún asà no me importo, se sentÃa confortable. Continué relajado con los ojos cerrados, rozando su brazo, pero ya no querÃa dormirme. Después de unos minutos noté como despegaba su brazo del mÃo, me sentà un poco decepcionado, se sentÃa muy bien rozar ese brazo tsn suave. El, simplemente retiro su brazo porque estabamos pasando por una zona con bastantes curvas, deduje que después de las curvas volveria a sentir su brazo chocando contra el mÃo, pero mi sorpresa fué que con tanta curva, mi brazo empezó a moverse y mi mano, sin darme cuenta acabó en su muslo.
Abrà un ojo para pedirle disculpas, obviamente sin retirar mi mano, a lo que el me contestó con una sonrisa. Que sonrisa mas perfecta, que labios y que mirada. Hice el amago de retirar mi mano de su muslo, pero el sujetó mi mano con la suya y la dejó en el mismo lugar, pero con su mano acariciando la mÃa.
En ese momento,me incorporé un poco en el asiento y decidà abrir los ojos. Adam me soltaba de vez en cuando la mano para agarrar el volante, eses segundo yo aprovechaba para acariciarle la pierna e ir subiendola lentamente cada vez mas, a lo que el siempre reaccionaba igual, posaba su mano sobre la mÃa y me la acariciaba suavemente. En ese momento empezamos a hablar, hasta ese momento simplemente nos habÃamos saludado, comprobó mi dirección y le pregunte para sentarme a su lado.
No era una conversación muy profunda, me preguntaba sobre la noche y poco mas. Me comentó que cuando me dejase en mi casa el se irÃa a dormir ya que estaba cansado.
Pude notar como algo se movÃa en sus pantalones, como no, me dispuse a comprobar que era eso que se movÃa. Me decidà a agarrar su polla por encima del pantalón de chandal adidas. Pareció gustarle mi movimiento, ya que volvió a mostrarme esa linda sonrisa. Me recreé sobándole, parecÃa una polla de unos 15 cm, bastante gruesa y con dos bolas bastante grandes. Después de un rato jugando por encima de sus pantalones comprobé que le empezaba a aparecer una mancha de precum en sus pantalones.
Tiré del elástico e introduje mi mano dentro de su chándal, comprobé que no llevaba ropa interior y su rabo estaba goteando, comencé tranquilamente a pajear ese grueso rabo, aclo que el contestaba con leves gemidos y jugando torpemente con mi entrepierna.
Nos paramos en un semáforo, se incropor para bajarse el pantalón hasta las rodilas. Por fin podÃa ver ese rabo que estaba deseando llevarme a la boca!!
Estabamos llegando a mi casa, yo seguà pajenadolo lentamente, ya que no querÃa que acabase antes de que llegase a mi destino. Vivo en una zona tranquila con aparcamiento bastante discreto, con lo cual querÃa ofrecerle una buena mamada para que acabase su jornada de la mejor forma posible.
Llegamos a la puerta de mi casa, los dos estabamos muy calientes. Le pregunté si podÃa aparacar el coche, a lo qué accedió.
Me deshice del cinturon de seguridad y por fin me agache a su entrepierna. VeÃa ese precum brillar, aún tenÃa un olor a limpio y fresco, después de unas cuantas horas conduciendo. Decidà ir lentamente, comencé pasando mi lengua por ese capullo brillante para recoger toda gota de precum que habÃa. Bajé mi lengua hasta esas grandes pelotas que tenÃa,el gemÃa y se morÃa de ganas de que me la metiese en la boca. Yo querÃa hacerl sufrir un poco mas, pasé mi lengua por sus ingles, agarré con mi mano suavemente sus pelotas, levanté la mirada , clavó sus ojos en los mÃos, me agarró del cuello y me dió un beso en la boca. Despues de un par de minutos besándonos yo ya no me aguntaba mas y decidà bajar a comerme esa polla jugosa. Metà su capullo en la boca y estuve degustandolo por unos minutos, lentamente comencé a bajar, como tenÃa una polla bien gruesa, decidi ir despacio, el pensaba que no podrÃa metermela entera la boca. Llegué hasta la base, sus gemidos se podian escuchar desde afuera del coche.
Me la metia hasta el fondo, volvÃa, jugaba con su capullo, con sus pelotas. Me volv a agarrar del cuello y volvió a besarme, esta vez me desabrochó el pantalon y abrió mi bragueta, el tambien queria jugar con mi rabo, un poco mas largo pero no tan gruesa como la suya. Se le notaba un pco torpe con mi polla en sus manos, me dijo que no se sentia comodo chupandomela, lo que a mi no me importó. Volvi a chuaparsela, esta vez con mas ganas, el me seguia pajeando torpemente, aunque creo q cada vez lo estaba haciendo mejor. Yo alternaba su polla con sus pezones. Me dijo que estaba apunto de correrse, me amorre a su rabo y cada vez le chupaba con mas ganas.
Noté un trayazo inmenso inundado mi boca, que rico sabor tenÃa,tuve que apurarme a tragar, ya que seguian saliendole trayazos de leche, no contanta fuerza pero muy abundantes. Un vez acabó yo aún seguÃa con su rabo metido hasta la garganta mientras él seguÃa acariciand mi rabo. Me la saqué lentamente y recogi los pocos restos que quedaban por su tronco. Me dijo que me corriese, el me ayudo a pajearme, yo estab muy caliente ya y no tardé mucho en correrme. Me corri en mi mano, una abundante corrida que manchó mis pantalones y un poco del salpicadero.
Me sorprendio cuando se acerco al salpicadero y lamio los restos que alli calleron y acto seguido se acerco a besarme. Yo tenÃa la mano llena de mà corrida y el sabor de la suya inundaba mi boca. Acercó su lengua a mi mano, la olió y me limpió la mano con su lengua. Volvimos a besarnos por al menos 5 minutos. Yo volvÃa a estar caliente, incluso mas qué antes.
Me comento que era la primera vez que hacÃa este tipo de cosas, nunca habia probado con un hombre y que estaba casado,pero el tema de trabajar de noche no coincidia mucho con su mujer. Me pidio mi numero de telefono, le dije que la proxim vez podria venirse a mi casa para estar mas cómodos.
Nos despedimos y me fui a mi casa. Nada mas cerrar la puerta de mi casa recibo un mensaje, era Adam, queria volver a verme al dia siguiente, pero esta vez antes de empezar su jornada.
Gracias por leer este relato, hacÃa mucho que no escribÃa pero empezaré a subir mas relatos. Tengo mas historias reales que son bastante morbosas para contar. Un saludo
2 Comentarios
Me encantó tu historia. Gracias por compartirla.
ResponderBorrarMe dejo dudas. Cómo .q eran las 5 am a q se fue x q tenÃa q madrugar al dÃa siguiente y como q después de las 5 am. No está funcionando el metro . X lo demás buen relato
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