VACACIONES CON PAPÁ

 

Mis papá y mi mamá tomaron la decisión de irnos de vacaciones por unas semanas. Fuimos a la costa y nos hospedamos en un gran hotel. Los primeros días fueron muy tranquilos, los tres sentimos que podíamos descansar.

Un día mi mamá recibió una llamada de su jefa que explicaba que debía volver al trabajo lo antes posible. Mi mamá estaba muy enojada al principio, luego cedió ante la situación y se preparó para viajar de vuelta. Mi papá y yo decidimos aprovechar la situación para trabajar en nuestra relación padre-hijo ya que últimamente estuvimos muy distantes.

La primera noche sin mamá, fue una muy fría. Mi papá y yo dormimos juntos. Mi papá es alto y grande. Yo era flaco y chico en su momento. Él me había hecho cucharita debajo de las sábanas y me sentí muy seguro y relajado, me dormí rápido. A la mañana él me despertó para que vayamos a la playa. Estaba con su calzoncillo rojo que me gustaba mucho. Lo hacía ver como un modelo en mi mente, sobre todo con su piel bronceada y su cuerpo hermoso. No era flaco pero tampoco gordo, un balance perfecto y atractivo. Decidí prepararme rápido y sacar esas ideas de mi cabeza y correr a la playa. Cuando llegamos él se sentó en una manta bajo una sombrilla y me pidió que le pasé protector solar por la espalda. Lo hice conciente de mis nervios y mi respiración descontrolada. Entonces me dijo que debía ser masajista, que se me daba bien. Entonces noté mi erección y le dije que me ponga a mi en la espalda. Me pasó las manos por la  espalda lentamente y suavemente. Me moría de calor, ya empezaba a transpirar. La erección no se iba y por momentos me hacía cosquillas y me gustaba mucho. Entonces terminamos y corrí hacia al mar para calmar la situación. Pasamos unas horas ahí en las que él me abrazaba a su cuerpo y yo tocaba su entrepierna con mis pies a veces. 

Fuimos al hotel a bañarnos y él fue primero. Me pidió que le pasara una toalla. Lo hice y entonces me dijo que entre con él para bañarnos juntos. Le dije que iba a esperar pero me convenció que era normal. Entonces noté de nuevo que una erección aparecía y traté de calmarme. Entré con él y me puse a espaldas de él. Me pasó el jabón por el cuerpo y eso me relajó mucho. De repente noté su cuerpo pegado al mío y él tenía una erección que me empujaba por la espalda. No supe que hacer y salí y me sequé. Me tiré boca abajo en la cama y  quedé en ropa interior y él salió con su toalla y me preguntó si estaba bien. Le dije que si que estaba algo cansado. Él me dijo que me iba a hacer masajes y entonces empezó sin esperar respuesta. De repente noté que su toalla cayó por un costado y me empezó a besar el cuello y la espalda. Me di cuenta de mi erección y la de él. Entonces me levantó y me abrazo mientras yo me agarraba a su cuello y con mis piernas a su cintura. Nos besamos mucho como si tratamos de comernos el uno al otro. Me puso de rodillas y me agarró de la cabeza. Entonces empecé a chupar sus 23 centímetros. Me ahogaba bastante pero se sentía muy bien.  Después me acostó en la cama, me saco la ropa interior, puso mis piernas en sus hombros y me escupío en el ano mientras me metía sus dedos. Al principio me dolió un poco pero después se sintió tan bien que casi me duermo. Al mismo tiempo sentía tanto placer que no me quería dormir. Lentamente empezó a meter su pija con mis piernas ahora alrededor de su cintura y me dolía mucho así que no tuve mejor idea que abrazarlo y accidentalmente hice que me metiera toda la verga y él me empezó a embestir para calmarme el dolor. Entonces empecé a ceder y todo mi cuerpo se relajó mientras él me daba duro y me besaba. Me preguntó si quería tragarme su leche y le dije que si. Puso sus piernas a los costados de mi torso y su verga en mi boca y me embestía hasta acabarme y ahogarme de su leche. Me besó y saboreó su leche en mi boca. Yo ya había acabado. Él me empezó a dar besitos en todo el pecho y la panza lamiendome mi leche.

Así fueron todas las noches en el hotel. A veces no salíamos para quedarnos tranquilos desnudos después de una maratón de sexo.