Mi Primo 27 y Yo 12 (Mi primera vez)

 

Mi nombre es Fabian y actualmente tengo 24 años, soy alto de 1.76 cm, piel Morena  y con unos kilos de más, pero ni siquiera se me notan.

La historia que les quiero contar paso cuando yo tenía 12 años y es que desde esa fecha vengo viviendo una historia con mi primo (al cual llamaremos «Noé»)

Mi primo es un tipo alto de 1.80,  Es blanco y bien parecido, tiene cuerpo de gimnasio.

Todo comenzó un día de diciembre, el tenía para esa fecha 27 años y yo como antes mencioné tenía solo 12 años. Él vive en casa de mis abuelos y mi casa y la suya están prácticamente separadas por una pared, yo vivo solo con mi madre y el para ese tiempo vivía solo con mis abuelos los cuales estaban enfermos y apenas podían salir de cama, mi mamá trabajaba del diario y mi primo cuidaba de mis abuelos y de mi (si que me cuidaba) ese día yo me encontraba sentado en la sala de casa de mis abuelos viendo el televisor pues estaba de vacaciones y mis abuelos estaban en cama, mi primo estaba haciendo algo para desayunar, pero yo no podía dejar de mirarlo, para mi era un ejemplo, yo lo veía como el padre que no tuve, pues el era muy atento para conmigo y siempre me ayudaba con mis tareas, ese día me llamo a desayunar y estábamos comiendo solos cuando de repente vi que tenía el pene erecto, para mi fue algo insólito, ver ese enorme bulto salir de entre la piernas de mi primo que apenas y se cubría con unas shorts flojos y que no dejaban mucho a la imaginación, al percatarse de ello mi primo se sobo y me dice:
-te gusta lo que vez?-
Yo con mi voz temerosa solo dije -si, esta grande-.

Mi primo sonrió con una risa pícara y me dijo:
-termina de desayunar que te tengo una «sorpresa» y me toco con su mano la pierna.

Para mi fue emocionante pues en esos días era mi cumpleaños.

Después de desayunar y de haber terminado mis labores fui a su cuarto y le dije -cual es la sorpresa que me dijiste. El sonriendo me dijo – esta aca debajo de las sabanas, rápidamente me subí a la cama y me metí debajo de las cobijas y ahí estába él sin nada de ropa, al inicio para mi fue decepcionante por que esperaba un regalo, pero al ver su pene me sorprendió mucho, era un pene de unos 20 a 22 cm de largo y grueso (casi como mi brazo), hermoso, blanco, con la cabeza rosa, sin bello y tenía un olor exquisito (tal vez era el olor de las sabanas, pero olía muy rico).

Al verlo me quedé pasmado (pues mi pene estaba pequeño) y el me dijo – tocalo – yo obedecí, enseguida me tomo de la mano y comenzó a bajar y subir mi mano, como si lo estuviera masturbándo, el hecho su cabeza para atrás y yo le pregunte -te gusta?- el me dijo – me encanta, pero sabes que me gustaría más?, que lo chuparas- en ese momento intenté chuparlo pero apenas y entraba en mi boca, era un pene enorme lleno líquido preseminal, él al ver que no cabía en mi boca esbozó una risa en su rostro y me dijo, -lamelo como si fuera una paleta, desde las bolas hasta la punta- y justo así lo hice, él comenzó a masturbarse en lo que yo lamia la cabeza del pene que parecía que iba a reventar cuando de pronto soltó un gemido y se vino en mi cara, yo me quedé pasmado (pues yo no sabía que había pasado) y él se veía con cara de satisfacción y me dice -ahora si viene la mejor sorpresa- y en ese momento me cargó y me acostó boca abajo en la cama, yo me quedé quieto pues quería saber que iba a pasar y saboreando el poco de semen que cayó en mi boca, tenía un sabor a gloria, en ese momento el me comenzó a chupar las nalgas y empezó a meter la lengua entre mis nalgas con movimientos que me encantaban, yo sentía algo delicioso y él no paraba, pasaba su lengua desde mis testículos hasta mi ano y en mi ano la intentaba meter, después de unos 10 minutos de estar haciendo eso me metió un dedo en el ano a lo que yo respondí con un sobresalto y un grito ahogado en la almohada, me intenté levantar pero el me dijo – tranquilo todo esta bien – yo le dije – es que me dolió – él solo sonrió y siguió metiendo su dedo en mi ano, después de 3 minutos metió el 2do dedo y me dijo -tranquilo- yo estaba disfrutando, pues aúnque dolió al inicio después tenía una sensación placentera, siguió así y metió el 3er dedo en mi y se acercó a mi oído y me dijo -» es que estas bien cerradito»- así estuvo por unos 10 minutos cuando me dijo – ahora vamos a ver que tanto me quieres, yo voy a meter mi pipi en tu colita y si aguantas te voy a comprar algo y si no aguantas le voy a decir a tu mamá que te portas mal- yo casi llorando le dije – no, no le digas a mi mamá que me porto mal- entonces mi primo intentó meter el pene, pero era enorme y no entraba, así estuvo intentando meter su pene por más de 10 minutos hasta que un una ocasión me presionó tan fuerte que de una estocada entró el pene hasta la mitad, en ese momento yo pegue un grito desgarrador «AAAAAHHHH» y comencé a llorar y a rogarle que me sacara su pipi que me ardía, el me dijo -callate o le voy a decir a tu mamá- y me quede callado, mi abuela gritó desde su cuarto «que le pasó?»

A lo que mi primo respondió, «lo asusté» yo en ese momento estaba que no podía ni hablar del dolor y mi primo siguió metiendo su pene hasta el tope, sentí claramente como sus testículos pegaban en mi cuerpo y sentía algo enorme dentro de mi, caliente y un ardor insoportable, así se quedó mi primo dentro de mi, mientras yo susurraba – por favor, por favor sacame tu pipi, me esta doliendo mucho- el empezó meter y sacar poco a poco y poco a poco fue disminuyendo el ardor en mi culo, hasta que llego el momento en que su verga se me iba como agua, subía y bajaba y como yo estaba chiquito (12 años) le era fácil cargarme y moverme de un lado a otro, así estuvo mi primo dentro de mi por al menos 30 minutos, que al principio fueron horribles pero después de 5 minutos me parecía estar en la gloria, el con voz entre cortada me decía al oído -no te vayas a volver gay (yo ni siquiera sabía que era eso)- después de esos 30 minutos comenzó a dar estocadas fuertes con las cuales sentía que pegaba con su pene en mi estómago y yo cada vez gemía más de placer hasta que me dijo, -ahí va tu regalo – y se vino dentro de mi, yo sentí como un líquido caliente entraba en mi y hacía que su pene resbalar más, después de unos segundos el se detuvo y me dejo el pene dentro hasta que el pene se puso flácido y mi culo lo sacó, junto con el pene iban varios mililitros de semen revuelto con la sangre que me había sacado al inicio cuando me metió la verga, el me preguntó -te gusto mi regalo?- y yo le dije – si, pero al inicio me dolió- a lo que él se sonrió y me dijo -perdoname, pero la próxima vez ya no te va a doler-. Al ver el semen entre mis nalgas y bajando por mis piernas le pregunte que que era eso y el tiernamente me contesto – son mis bebés- yo me reí, pues a pesar de tener 12 años era bastante ingenuo.

El enseguida me dijo, no le digas a nadie de tu regalo, pues eso que hicimos es un secreto de los dos y si dices yo ya no te voy a querer, me pare y apenas y podía caminar, me dolía y me salía mucho semen, el me limpió rápidamente y nos vestimos para ir a almorzar, en ese momento sonó el teléfono, era mi madre avisando que no llegaría a dormir pues en donde trabajaba le habían doblado el turno y le pidió a mi primo que si me podía cuidar esa noche

Después de almorzar, me fui a acostar a mi cuarto con dolor y me quedé dormido y desperté cuando íbamos a cenar, yo no quise cenar, me sentía lleno, después de cenar nos fuimos a dormir y yo en mi cuarto revivia cada vez que cerraba los ojos «la sorpresa» eran como las 12 de la noche y me paré y fui al cuarto de mi primo el cual dormía desnudo y me metí a sus sábanas y le dije -podemos volver a jugar a «la sorpresa»- el sonrío y me dijo -toda la noche, si tu quieres- y volvimos a repetir todo, solo que esta vez con menos dolor y más placer, a mi me encantaba ver su cara feliz mientras me hacia suyo y de vez en cuando el me decía – te gusta mi verga putita- a lo que yo respondía- me encanta – no recuerdo cuántas veces lo hicimos esa noche, pero la verdad recuerdo haber dormido muy poco.

De ahí en adelante se volvió una rutina diaria «la sorpresa» después del almuerzo en donde yo iba a su cuarto o el al mío y me hacía su perra (solo los domingos no jugábamos, pues mi madre estaba ahi)

Desde esa vez he tenido sexo con mi primo que durante más de 5 años fue diario  y lo disfruto mucho, de un tiempo a la fecha, ya no es tan seguido, pues el trabaja, pero cada que podemos revivimos esos momentos en los que fui su perra y lo disfrute mucho, ahora que estoy más grande se que no se debería hacer esas cosas, pero mi primo es mi macho y siempre lo será y como el me dice: «Tú eres mi hembra y así será siempre» (el aún está soltero y se dice ser hetero, pues ha tenido novias, las cuales compara conmigo y las que según él, no me llegan ni a los talones y honestamente yo también lo he comparado con mis novios y no son tan buenos como él ) (por que si terminé siendo gay pasivo)

Y pues aquí termina una historia de las tantas que he vivido con mi primo.
Pronto escribiré una más, gracias por leerme y ser mis cómplices en este secreto.

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