Mi maestro favorito

Mi primera experiencia con un casado, sin contar a familiares fue con mi maestro de Mate de la facultad, tomaba clase en el turno de la noche y desde el primer día que lo vi entrar no dejaba de pensar en el, 1.80, Prieto, muy atractivo y masculino, buen cuerpo, bigote tupido, unos brazos y manos deliciosas. Se presenta y dice casado 37 años y con 3 hijos, trabajaba en una empresa y siempre llegaba en su pantalón de vestir.

Desde el tercer día yo me sentaba enfrente del escritorio en el tercer asiento, inclusive lo sacaba para que nadie me estorbara el estarlo viendo cuando estuviera sentado y me clavaba en su bulto, él se dio cuenta desde la primera semana y no le era indiferente, a cada rato me buscaba con su mirada y a partir de la segunda semana siempre que estaba sentado, se la pasaba abriendo y cerrando las piernas apretando el bulto. Y yo lo buscaba para verlo cuando estaba dando clase y me sentaba afuera de su salón, él se paraba en la puerta y desde ahí me veía.

El fin de semana previó a la tercera semana se me hacía largo y pensé esta semana que viene tiene que pasar algo a ver qué hago, y el lunes no llego a tiempo a la clase llego 25 min tarde y ya no había nadie en el salón cuando se asomó y me vio y empieza la platica. Maestro(M): si es que ya es tarde y tu qué haces Yo(y): esperando ver a mi maestro favorito (M): en lugar de que andes con tu novia, estás bien chulo (y): no tengo, me imagino que su esposa es muy bonita porque usted está muy guapo y buen  cuerpo, me valió madre se la regresé, se ríe y le digo tengo una duda me pare y me le puse a un lado apoyándome en el escritorio, tocando su brazo y mano con el mío y no la quito, y mientras hablábamos de la disque duda, se agarro el bulto varías veces y yo le empece a acariciar la mano con el dedo y me correspondió, y nos quedamos viendo fijamente unos segundos muy cerca cara a cara y se levanta y me dice ya me tengo que ir, le noté la verga marcada y me dice búscame a las 8:00 en mi ofna, no voy a dar esa clase.

Llegue a las 8:00 en punto y estaba afuera platicando con el otro maestro que compartía ofna, que a propósito estaba igual de bueno.apenas se va sonriendo y me hace la seña con la cabeza que pase y apenas cierra la puerta y me empieza a cachondear delicioso, me besaba bien sabroso en la boca, cachetes, ojos, orejas y cuello, Me restregaba su bigote y barba de 2 días en la cara y me decía me tienes loco pinché huerco cabrón, nunca me había pasado esto con ningún hombre y más se clavó cuando yo le empecé a hacer lo mismo mientras nos encuerábamos y luego le besé las tetillas y me pase a la verga, ahora si que impresionante pinché vergón de 21 cm y bien gorda, no podía cerrar mi mano, cabezona, se la empiezo a mamar empezando por la cabeza y luego poco a poco me la fui comiendo hasta llegar a la garganta profunda.

El maestro, se estremecía de placer y me sostenía la cabeza cuando su verga topaba con mi garganta, de repente me la saca y me dice me quería venir y le empiezo a mamar los huevos y le doy un beso negro el wey estaba con la verga bien dura y me levanta me sienta sobre su verga sin penetrar y me empieza a besar como loco en la parte de abajo del cuello y en las tetillas con más fuerza, yo estaba a punto de venirme quería su verga en el culo y solo le decía, ya metemela pf, me levanta y me la deja caer,casi pierdo el conocimiento y me la mete poco a poco hasta que esta toda adentro me empezó a coger bien Rico, no paso ni dos minutos y ya me estaba echando el chorro en mi culo, le limpié la verga con mi boca y no pasó ni 5 min y seguimos con el cachondeo y me repitió la dosis.

Nos juramos fidelidad, me hizo su becario y del otro maestro, todos los días nos íbamos a las 11 pm, el guardia y el otro maestro me tiraban la onda pero yo era fiel, hasta que después de 1.5 años lo pesqué en su ofna, otro maestro le estaba mamando la verga. A partir de ese día me volví el putito del otro maestro compañero de ofna y de un alumno casado de último semestre, y algunos otros maestros y guardias ocasionalmente tenía sexo con ellos y él lo sabía, pero se tenía que aguantar.