Hola, me llamo Adrián, soy un chavo alto, tez blanca, ejercitado y desde mi punto de vista, bastante atractivo. Tengo 25 años y vivo en Cuautitlán, estado de México. Había tenido experiencias sexuales con mujeres, pero la verdad nunca quedaba satisfecho del todo, creo que siempre me habían llamado la atención los hombres, pero por cuestiones de pena, familia y prejuicios nunca había intentado algo. Esto pasó cuando tenía 22 años, tenía un compañero de clases -bastante sabroso el cabrón- que me atraía mucho, era guapo, inteligente y además de todo tenía unas nalgas deliciosas, tanto que cada que se las veía tenía una erección casi instantánea. Nos hablábamos muy poco, pero llegó el día en que nos tocó un trabajo en equipo.
Quedamos en su casa y nos vimos yo y otros 2 compañeros. Al inicio todo académico, después no quitaba la mirada de encima de sus deliciosas nalgas, comenzó a darse cuenta, la verdad desconocía si era gay, pero después descubrí no sólo eso, sino que era tan bueno en la cama, que de solo recordarlo, estoy empezando a mojar mi ropa interior.
Empezamos a tomar unas cervezas y poco a poco se fue soltando, la verdad es que siempre fue muy callado y hasta cierto punto tímido. Se fue un compañero, luego se fue otro y solo quedamos Dany y yo. Con algunas cervezas que ya tenía encima y ese monumental trasero, comenzaba a excitarme mucho, tanto que comencé a tener una erección.
Vaya ¿Qué tienes ahí?, parece que traes un calcetín ahí metido, me dijo Dan.Para nada, es de carne y hueso, ¿Quieres verlo?, le contesté yo.Dan accedió tímidamente con un movimiento de cabeza, por lo que no desaproveché la oportunidad y me quité el pantalón y el bóxer, quedando en pelotas.Dany había puesto una cara de lujuria jodidamente excitante, además que se chupaba y mordía los labios, cosa que me estaba prendiendo al 1,000.¿Puedo tocarlo? me dijo Dan. Adelante, es todo tuyo.Dan se acercó y comenzó a jalármela, yo gemía de placer al sentir una mano diferente a la mía haciendo tan rico trabajo, cerré los ojos para disfrutar mejor del momento, cuando comencé a sentir algo húmedo al rededor de mi pene, era la jodida boca de Dan haciendo un trabajo de 10, metía y sacaba mi verga de su boca, volvía a embestirla contra su garganta, yo disfrutaba tanto, que lo tomé del cabello y lo atraía hacia mi verga para que siguiera chupándola. Comenzó a chuparme las bolas, puffffff que rico, lamía y lamía, tal como un niño lame su paleta preferida.
Llegó el momento de devolverle el favor, lo aparte de mis huevos y mi verga y comencé a hacer lo mío, la verdad Dan tenía una verga hermosa, casi igual de grande que la mía, un poco más delgada, pero estaba deliciosa, su precum saladito me encantaba, así que quería exprimirlo, seguía chupando esa hermosa verga, cuando Dan me dijo: cógeme, quiero sentirte adentro de mí, quiero tu leche en mis entrañas y quiero me abras el culo con esa gran verga. Eso me prendió muchísimo más, lo iba a acomodar de perrito, pero Dan me detuvo y me dijo: aquí yo decido que posición haremos. Esa actitud de mando, esa prepotencia, hizo que llegara al clímax de la excitación, quería cogérmelo ya, quería derramar mi leche en él. Me empujó hacia el sofá, le dio unas chupadas más a mi verga y comenzó a meterla en su culo, woooow que apretado estaba, sentía como las paredes de su culo presionaban mi verga para exprimirla; poco a poco mi verga se iba abriendo paso, partiendo en dos ese culo de dioses, Dan gimoteaba, pero disfrutaba, lo veía en su cara; una vez estuvo toda dentro, comenzó a cabalgarme la verga, arriba y abajo, plock plock plock se oía el rebote de sus nalgas con mis muslos, se salía y se volvía a ensartar toda mi verga hasta lo más profundo de su culo, yo gemía, Dan gemía, ambos gozábamos, era delicioso. Cógeme de perrito, me dijo, lo tumbé sobre el sofá y le ensarté la verga de un movimiento, Dan gritó de placer, yo entraba y salía, hacia movimientos circulares en su culo, Dan se empujaba hacia atrás como pidiéndome más y más verga, me encantaba ver como entraba y salía mi verga de su glorioso culo, me encantaba oírlo gemir y disfrutar de placer, yo le estaba dando duro por el culo mientras el me chupeteaba los dedos, imaginándose que era mi verga en su boca de nuevo. Cambiamos una vez más de posición, ahora yo sobre él con sus piernas sobre mis hombros, uffffffff podía ver como lo disfrutaba, podía ver su cara de deseo y gloria, Dan era hermoso, nos quedamos viendo fijamente y comenzamos a besarnos, hasta ahora no había pasado, pero fue la cereza del pastel, me excitaron tanto sus labios, como mordía los míos, sentir como mi verga seguía abriendo su culo, comencé a venirme. Dentro, vente dentro Adrián, me dijo Dany, quiero sentir tu leche hirviendo, quiero exprimirte y así fue, comencé a embestirlo más rápidamente como una bestia y terminé con chorros de semen en su culo. Casi inmediatamente Dan comenzó a gemir más intensamente y se vino, cayendo chorros de semen sobre su abdomen.
Aprovechamos que no estaban sus padres y no regresarían hasta dentro de 2 días, nos bañamos, cenamos y nos dormimos juntos, abrazados. Nunca fuimos pareja ni nada, solo coincidimos 1 vez más en la cama y en esa ocasión Dan me desvirgó el culo con aquella verga hermosa. La verdad lo volvería a hacer, me cogería ese glorioso culo una y otra vez si se pudiera y dejaría que Dan me diera por el culo también, lástima que tomamos caminos diferentes.
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