EL SECRETARIO DEL DISTRITO MILITAR


Me pasaron tres aventuras durante mi servicio militar, el cual preste en un municipio de mi País bastante alejando de donde vivía entonces.
Era un lugar bastante caliente y lidiar con el clima fue todo un reto.
Mientras estuve en la época de entrenamiento estábamos en un batallón a 30 minutos del pueblo, y en esa época tuve una arriesgada aventura con unos de mis compañeros de pelotón que me volvía loco, un favor que resulto en una trampa con licor y una oportunidad de sexo.
Pero es una historia que contaré luego con detalle especial.
Luego de pasar casi 4 meses de instrucción, nos trasladaron a la Brigada que ya estaba en pleno pueblo.
Yo tuve bastante suerte con mis comandantes, por tanto iba para un trabajo bastante privilegiado que era el Distrito Militar.

A Diferencia de los demás trabajos, los integrantes de esta oficina tenían privilegios especiales, como un alojamiento solo para los de la oficina, y erramos unos 8 soldados no mas.
Además el alojamiento no era supervisado por ningún comandante, por tanto no teníamos toda la exigencia típica de la vida del soldado, teníamos cada uno la llave de ingreso, y solo nosotros entrabamos.
En 8 meses que viví allí, solo una vez tuvimos que hacer un aseo y orden extremo por la visita de un General.
Además no teníamos armas asignadas, por tanto tampoco teníamos que hacer las formaciones diarias.
Solo íbamos a cumplir con horario de trabajo, y estábamos libres fines de semana sin otras asignaciones que suelen tener todos.
Dentro de las funciones también estaba el tema de incorporación de personal al ejercito, por lo cual teníamos que viajar de civil a hacer correrías, y en general uno disfrutaba en lugar de sentir el rigor de la mayoría de todos los soldados, prestando guardia, atendiendo ordenes y miles de cosas.

El soldado Tapias era del contingente inmediatamente anterior al mío, es decir era mas antiguo, pero solo por un mes, pero igual se creía más que los demás.
El era el único que había de su contingente en esa oficina, los demás eran nuevos como yo, así que el se cría el rey, en verdad su personalidad era algo fastidiosa.
Sin embargo no era un chico con pinta de soldado, era un chico que aparentaba unos 15 años aunque tenia 17 como casi todos, era delgado, lampiño, con unas piernas que tenias los primeros vellitos que van saliendo lo cual me encanta, un trasero grande, firme, provocativo, y finalmente una verga mucho mas grande de lo que su cuerpo podría suponer, con unos pocos vellos en genitales.
Su cara aun tenia rasgos de jovencito, tenia un acento particular y su boca con unos labios rojos, bien formados, que acostumbraba remojar con su lengua constantemente por causa del calor, y eso lo hacia ver aun mas sensual.
Su forma de expresarse sin ser muy femenina, dejaba ver que definitivamente no era un varoncito, y eso ya ponía a navegar mi mente con fantasías que durante varias semanas fueron motivo de unas pajas a solas en el alojamiento o en el baño.

En la oficina la relación era de trabajo no mas, además que no daba ganas ni de hablarle.
En la noche siempre nos bañábamos todos antes de la comida por el calor y sudor del día, igualmente en la mañana antes de ir a trabajar, inclusive muchas veces al medio día después de la siesta para comenzar la tarde.
El era de los que casi siempre se bañaba las tres veces, me encantaba de reojo siempre ver como se quitaba el uniforme y quedaba en calzoncillos y se ponía su toalla.
Lo conocía totalmente desnudo porque ya al volver para vestirse se secaba y quedaba sin nada, cosa totalmente es normal en el ejercito.
En los baños no había posibilidad de verlo, ya que los que teníamos nosotros cada ducha tenia su cortina, por tanto había algo de privacidad.
En varias ocasiones Tapias me sorprendió agitado al llegar al alojamiento y yo estaba tirado en mi catre (cama) haciéndome una paja, o cuando me quedaba mirándolo desnudo mientras se vestía.

Llegó el día en que todo paso de mis fantasías a una estupenda noche de placer.
Estábamos solos un par de días porque nuestros compañeros andaban de viaje o licencia, también eso era normal.
Una tarde antes de ir a trabajar el se fue a bañar como siempre, yo también me iba a bañar, pero aproveché para hacerme una paja mientras el no estaba y luego iba yo.
El llegó mas rápido de lo usual y yo me hice el que aun dormía.
El se quitó la toalla para acabarse de secar y yo medio abriendo los ojos lo miraba.
Como eran camarotes, el estaba de tal modo que su mirada no podía cruzarse con la mía, pero yo si podía ver todo su hermoso cuerpo, hasta su piel se veía suave y era muy sensual.
Mi sorpresa fue que se quedó secándose su verga que estaba totalmente parada y con la toalla se masturbaba desde la punta hasta la base de su miembro, muy lentamente, y como estaba de pie se templaban los músculos de sus muslos y de su abdomen que sin ser exagerados, lograban excitarme y yo tenia el corazón a mil, no podía pararme porque evidenciaba todo, y no quería que dejara de hacerlo.
Al parecer se aseguró de tenerme hipnotizado, y en un segundo dio un par de pasos hacia atrás donde ya podía verme la cara, y sin quitarme la mirada se mordió un labio, y sacudió su pene unas tres veces mas con un movimiento de cadera incitador.
No dijo nada mas, se volteo y se puso sus calzoncillos que luego dejaban ver marcado su sexo, ya solo faltaba que yo perdiera el conocimiento.

No fui capaz de irme a bañar, solo me vestí y salí un par de minutos después de el, esperando la incomoda tarde que vendría, y en efecto se paso todo el tiempo criticándome porque no estaba concentrado con la atención a los usuarios, cosa que hacía maliciosamente porque bien conocía el motivo.
Peor aun fue pensar que ya llegaban las 6 de la tarde, hora en que volvíamos al alojamiento y donde pasaría una noche a solas con el.
Yo prácticamente a las 5:59 pm guarde mis implementos y salí rápido para irme a bañar antes de que el llegara.
Así fue.
Entre al alojamiento, me quité todo tan rápido como pude y salí para el baño, además que necesitaba agua fría para bajar todo tipo de calentura, la cual era tanta que había que darme una ayudita con una pajita antes y con la ducha abierta me meneaba rápidamente mientras recordaba la ricura que había visto horas antes, pero fui sorprendido por alguien que abrió la cortina.

Mi corazón casi colapsa del susto, y acto seguido de ver que Tapias se había metido a la ducha desnudo, con su verga como de 20 cms palpitando, y diciéndome en voz baja que en esas me mantenía que fuera serio.
Se puso bajo el agua y me dio la espalda arrinconándome contra la pared y comenzó a mover su culo sobre mi verga totalmente descontrolada.
Yo solo me quede quieto.
El tomo su jabón y comenzó a restregarse todo sin dejar de moverse sobre mi, solo se alejo unos centímetros para pasar su mano jabonosa por su ano y metiendo un dedo rápidamente mientras yo apenas podía respirar.
Acto seguido se juagó el jabón, pasando su manos por todo su cuerpo con segundas intenciones y ahora dándome el frente, y tomando su pene de forma como un ofrecimiento.
No se que me causaba el que no podía reaccionar.
El salió y me dejo solo en la ducha no sin antes decir….
Reaccione Lanza (amigo).

Yo como pude acabé de bañarme, y todo me daba vueltas cuando volví al alojamiento, donde ya estaba la comida de los dos.
Normalmente nadie le trae la comida a nadie, pero este ya la tenia en una pequeña mesita que teníamos, así que me puse mis calzoncillos, pantaloneta y nada mas porque nadie puede dormir con mas.
El estaba solo con sus interiores y como si nada hubiera sucedido puso un tema de trabajo y relajó la tensión.

Nos acostamos mas temprano de lo normal y apagamos la luz, a pesar de todo adentro se veía claramente porque por una ventana grande entraba la luz de una cancha justo fuera del alojamiento.
Su cama estaba justo a un costado del alojamiento y daba contra la pared.
Dos catres mas adelante estaba el mío.
Vi como el se sentó en su cama poniendo la espalda sobre la pared, en un lugar donde un curioso por la ventana no lograría verlo, y totalmente desnudo comenzó a masturbarse lentamente, Yo volvió a ponerme a mil y con disimulo hice lo mismo por dentro de mis interiores.
El obviamente logro verlo y se arrodillo en su cama y al fin dijo.
Veni pues para acá, yo con susto pero con motivación fui rapidito, mi verga ya quería romper mi ropa interior, y de algún modo el me indico que me sentara y como si fuera un libreto ya ensayado me fui directo a su pene y empecé a saborearlo.
Ambos estábamos bastante emocionados en ese momento, así que cada cosa se hacia con la respiración agitada, sudoroso, y con pasión.
El se movía hundiendo su pene mas de lo que yo soportaba y me sacaba varias arcadas sin yo querer, lo tome de sus nalgas para revolcar su pene dentro de mi boca y tantear su culo, y el se movia mas rápido y me dirigía la cabeza con su mano derecha mientras la izquierda le servia para tenerse y no ir a caer.
Después de varios minutos intensos medio inclinó mi cabeza y paró solo con su cabeza dentro de mi boca, mientras yo sentía como palpitaba su pene en mis labios, y dos o tres segundos mas comienzó a llenarme la boca con su semen, 4 chorros con gemidos y todos.
La mayoría paso por mi garganta y el resto deslizaba por mi boca y fue distribuido por mi cara con su propia verga.

No tardó en recuperar el aliento cuando se me avalanzó bajándome los calzoncillos de un solo movimiento mientras quedaba acostado boca arriba.
Y comenzó a darme una mamada completa, chupaba, lamia, saboreaba, masturba, sus manos un segundo estaban en mi pene, otro en mis guevas, otro en mis tetillas, otro en mis nalgas, otro en mis piernas, me tocaba y me besaba y me saboreaba y ya quería estallar, pero el no lo permitió.

Me tomó de la mano y de un tirón me paro y corriendo, medio agachando la cabeza atravezamos el alojamiento hasta el otro extremo donde en una esquina totalmente invisible desde la ventana se entrontraba una silla grande de sala.
Practicamente me lanzo y quede sentado y el se sentó de igual forma sobre mi.
Yo le tomé las piernas y las abri de forma que quedaron cada uno sobre un brazo de la silla, y con el lubricante natural de mi precum, nuestro sudor y nuestra calentura intenté meter mi verga, logrando una penetración casi completa a la primera.
Como si fueramos uno nos movíamos logrando que yo estuviera tan adentro como físicamente era posible, lo sacaba casi todo, y lo metia fuertemente, ambos lo gozábamos y sentíamos como llenábamos cada espacio de sudor.
Luego quería verle mientras me lo devoraba, y lo voltee frente a mi sin dejarlo de penetrar, pasando sus piernas de un lado a otro en una maroma casi mortal.
El puso su manos sobre mis rodillas y yo manoceaba su pecho, sus hombros, brazos, piernas, lo masturbaba y el se encargaba de moverse, de medio gemir, de sudar acelerando ambos tanto el pulso que salimos de este mundo, regresando pausadamente mientras nos dabamos cuenta que mi pecho era blanco con su semen y vientre estaba lleno de mi.
Ya moverse era físicamente imposible y solo era posible jadear y sentir como sillón y piso ahora inundaban el aloamiento de los soldados con agua salada.

Tuvimos que esperar un buen rato a recuperar el aliento, ir por agua, y quisiera decir que seguimos culiando toda la noche pero no, caimos rendidos cada uno en su cama.
Por un par de meses hicimos mas travesuras inclusive en la oficina, pero luego de su alta jamas volvi a saber de el.

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