El primo de mi novia se convierte en mi amante 🥵🔥
Daniela era mi novia desde poco más de un año, nos conocimos en la universidad por medio de una amiga mutua, casi de inmediato empezamos a salir, ella era de una ciudad de la costa pero por motivos de estudios estaba viviendo en mi ciudad, tenÃa una tÃpica habitación de estudiante que compartÃa con su hermana menor Celia, la habitación era relativamente pequeña, por lo que cuando uno de sus primos tuvo que ir a vivir con ellas ya que ese semestre empezarÃa a estudiar en nuestra universidad, decidieron buscar un departamento más apropiado, luego de unos dÃas de búsqueda encontramos uno que era perfecto con tres habitaciones y dos baños, como buen novio sabÃa que estaba en la obligación de ayudar en la mudanza e instalación del nuevo departamento, lo cual planificamos serÃa el siguiente fin de semana que su primo llegarÃa a la ciudad.
Ese sábado por la mañana convencà a mi papá para que me prestara su auto, asà que temprano recogà a Daniela y juntos fuimos hasta la terminal a recibir a su primo que llegarÃa a eso de las 08:30, Daniela fue a recibirlo mientras yo me quede esperando en el auto, al cabo de unos minutos vi que mi novia venia en compañÃa de un chico bastante atractivo, traÃan dos grandes maletas asà que me apresuré a abrir el auto y a recibirlas, hecho esto Daniela nos presentó:
-primo-él es mi novio Santi
-Santi-él es mi primo Miguel
-bienvenido Miguel, cómo estuvo tu viaje
-hola mucho gusto Santi, la verdad dormà casi todo el camino
-les parece si vamos a casa ya.
Hicimos un breve recorrido por la ciudad hasta llegar a la habitación de Daniela, donde nos esperaba su hermana, luego de desayunar y descansar un poco salimos a comprar algunos muebles para la habitación de Miguel, luego regresamos a casa a empacar todo para la mudanza.
Miguel era un chico de 18 años, piel trigueña clara, de 1.65 cm, fornido de piernas gruesas y firmes y de un ancho y varonil tórax, un rostro simétrico con labios sumamente carnosos y apetecibles, unos ojos negros y vivaces, una sonrisa blanca y sumamente coqueta, vestÃa cómo el tÃpico chico de su edad, una ligera camiseta, jeans muy ajustados que dejaban a la vista sus tobillos, zapatos de skate, y una actitud fresca y relajada por lo que hicimos amistad “de una” como él decÃa con su acento costeño, sus expresiones y bromas al hablar me hacÃan reÃr mucho, y me sentÃa muy a gusto en su compañÃa.
Nos llevó casi toda la tarde hacer la mudanza e instalar todos los muebles del nuevo departamento, que quedaba en un tercer piso por lo que Miguel y yo estábamos sudando ya que por ser los dos únicos hombres la responsabilidad de cargar y mover muebles recayó en nosotros, Miguel se quitó la camiseta dejando al descubierto un torso escultural amplios pectorales abdomen marcado una lÃnea de bellos que se extendÃa desde su ombligo hasta perderse por debajo de la lÃnea de su ropa interior que sobresalÃa de sus ajustados blue jeans en los que se le marcaba un prominente paquete, con dificultad logre disimular mi mirada con la que devoraba cada centÃmetro de esa armadura romana que tenÃa frente a mi, tuve que contener mis impulsos para no revelar mi cada vez más latente bisexualidad.
Ya era un poco tarde cuando terminamos de arreglar lo principal que era la cocina y sobre todo instalar las camas en las habitaciones, Daniela me dijo que me quedara a dormir esa noche en el nuevo departamento, yo decÃa que no podÃa quedarme porque habÃa acordado con mi padre que esa noche le devolverÃa el auto que lo necesitaba para salir el domingo temprano a nuestra casa de campo que está un poco lejos pero Daniela insistió:
-Por favor quédate esta noche
-Pero tengo que devolver el auto a papá
-Entonces intervino Miguel-anda bro quédate, podemos ver unas pelÃculas en mi laptop
-Yo les propuse-hagamos algo iré a mi casa a dejar el auto darme una ducha y regreso a pasar la noche con ustedes
-En eso Celia dijo-genial nuestra primera pijamada en el nuevo departamento.
Eso nos causó un poco de risa por la forma inocente que sonó, en fin yo salà hasta mi casa en donde devolvà el auto y les dije a mis papás que me quedarÃa en casa de Daniela y estuvieron de acuerdo, subà a mi habitación y mientras me duchaba me hice una paja repasando en mi mente cada centÃmetro del torso desnudo de Miguel, imaginándome cómo serÃa besar sus labios, y fantaseando con su sonrisa pÃcara mientras cogÃamos, me cambie de ropa, cené con mis padres y luego pedà un taxi para ir hasta el departamento de Daniela, sentÃa un poco de culpa por mis pensamientos con Miguel, sentÃa que no debÃa desearlo de esa forma no solo porque tengo novia si no porque él es su primo, en fin era algo que no podÃa evitar y que sentÃa que no pasarÃa de eso, de solo ser fantasÃas en mi cabeza, a Daniela la quiero si pero no por eso habÃan dejado de gustarme los chicos.
Cuando llegue al departamento me recibió Daniela la saludé con un beso que más era un pico como de costumbre, Miguel salió de la cocina y me abrazo diciéndome “fresco Brou si has sido de palabra” yo solo sonreà y le correspondà el fraternal abrazo, aunque debo admitir que me pegue a él para sentir su aroma que era fresco porque se notaba que hacÃa poco habÃa salido de la ducha, estaba con una camisetilla blanca, que dejaban al descubierto unos musculosos brazos, uña pantaloneta azul suelta y corta por lo que se le veÃan unas piernas dignas de un futbolista profesional, y lo que más me impactó unas zapatillas de playa que dejaban ver sus perfectos y robustos pies que por su aspecto casi jurarÃa que acaban de salir de una pedicura profesional, Miguel interrumpió mi éxtasis diciéndome:
-pedimos una pizza y te guardamos un poco quieres comerla ahora?
-Gracias, cene justo antes venir mejor la dejamos para luego
-Bueno pero si me la como no es mi culpa
-jajaja no, esa pizza ya es mÃa
Luego de estar un rato conversando todos en la cocina, Celia propuso que viéramos una pelÃcula pero cómo aún no está instalado el tv, Miguel dijo que la podÃamos ver en su laptop, y Daniela sugirió que la veamos en su habitación que su cama era la más grande asà que cabrÃamos todos, nos pusimos cómodos los cuatro en la misma cama y vimos una comedia que nos causó muchas risas y entre una broma y otra ya era un poco tarde asà que sentà hambre y decidà que era momento de reclamar mi pizza, me levante y fui hasta la cocina mientras calentaba la pizza entro Miguel y se me pego por la espalda con la intensión de asustarme pero lo que me causo fue una erección al sentir su bulto en mis nalgas y sus brazos a mi alrededor, me dijo dame pizza que también me muero de hambre y le di la mitad, luego regresamos a la cama dónde Daniela se habÃa acomodado junto a Celia que estaba casi pegada a la pared, Miguel se acomodó junto a Daniela por lo que me tocó recostarme junto a él, empezamos a ver una pelÃcula de terror, y Miguel bromeaba tocándonos con sus frÃos pies a Daniela y a mà que éramos los que estábamos junto a él, a todo eso eran has las 02:00 de la madrugada por lo que al terminar la pelÃcula yo pregunté:
-Bueno y ahora dónde me toca dormir a mi jajaja
-Celia dijo-tengo mucho miedo les dije que no viéramos pelÃculas de terror
Daniela la calmó diciendo -tranquila que no pasa nada quedémonos a dormir todos aquà la cama es grande y cabemos
-Miguel bromeó diciendo-lo que tú quieres es dormir con Santi y que nosotros no digamos nada a mis tÃos
-Tonto no es eso dormiremos tal como estamos acostados ahora
Yo -Bueno está bien pero ya duérmanse que estoy agotado de tanto cargar cosas
Yo me levante a apagar la laptop, y luego me acosté en mi lugar y escuché cómo Daniela le decÃa a Miguel:
-Oye quÃtame tus pies frÃos estás helado
-El entre risas dijo-no seas egoÃsta yo soy el nuevo aquà y no me acostumbro al frÃo
-Sentà sus pies frÃos meterse entre los mÃos y le dije -oye no, estás helado
Y dijo -cómo Daniela es mala y no me quiere abrigar mis pies te toca hacerlo a ti que eres buen dato
-Yo solo me reà y les dije-ya duérmanse y dejen de joder
Ya habÃa pasado más de una hora creo pero yo no lograba dormir por más que lo intentaba sólo estaba ahà con los ojos cerrados escuchando cómo los demás dormÃan y tratando de dominar mis instintos, cosa que no pude hacer, ya que después de un rato con sigilo y lentamente deslicé mi mano hasta sentir el paquete de Miguel me percaté que no tenÃa ropa interior porque solo una delgada capa de tela me separaba de ese jugoso pedazo de verga, lo presioné con suavidad temiendo despertar a Miguel y sentà como a pesar de estar flácido se desbordaba de mi mano, para mi asombro empezó a ponerse dura sentÃa cómo se iba expandiendo y levantando mi mano con mucho cuidado recorrà lo que yo calculaba serÃa como mÃnimo unos gruesos 20 cm, después de un par de caricias esa enorme verga empezó a reaccionar cavilando yo podÃa sentir con subÃa y bajaba con pequeños sobresaltos, no sé si fue por el silencio de esa habitación o por mi emoción pero podÃa escuchar con claridad los latidos del corazón de Miguel que se transmitÃan por su verga dura como una roca atravesando mi brazo derecho con el que la estaba sosteniendo, estaba exhortó entre esos latidos cuando sentà que Miguel hizo un movimiento como si hubiera despertado por lo que rápidamente quite mi mano, pasaron unos cinco minutos de tensa calma y casi sin darme cuenta lleve nuevamente mi mano hasta mi presa sentà que en lugar de haberse bajado estaba más dura y grande que antes, la presioné con algo de suavidad y restregué unas cuantas veces, nuevamente sentà los movimientos de Miguel y retire mi mano.
Esta vez no era solo impresión mÃa, Miguel realmente se habÃa despertado lo descubrà cuando sentà que su mano tomó la mÃa para llevarla dentro de su pantaloneta donde hizo que tomara su verga que estaba dura caliente y húmeda, me quede paralizado, pero sentà cómo apretó mi mano alrededor de su verga y empezó a masturbase con ella, yo todo obediente empecé a seguir su ritmo, con su otra mano tomó mi cabeza la giro hacia él y me estampó un beso que me dejó sin aliento, siguió besándome y mientras yo lo masturbaba con mucho cuidado de no hacer ni ruido ni movimientos bruscos que pudieran despertar a las chicas el masajeaba mi oreja, sentà un movimiento y con el temor de que mi novia despierte y me descubra con las “manos en el mazo” de su primo me quede inmóvil y supongo que él también lo sintió porque dejo de besarme aunque seguÃa acariciando mi oreja con suaves movimientos circulares, pasado el susto se acercó hasta mi oÃdo y muy despacio me dijo ve a mi habitación ponte cómodo y espérame ahÃ.
Me levaré en silencio y fui hasta la habitación de Miguel que quedaba hasta el otro lado de la sala, yo estaba con un cómodo calentador con el que habÃa ido ya que sabÃa que me querÃa a dormir en el nuevo departamento, no sabÃa si todo eso estaba pasando en realidad o si de tanto desearlo lo habÃa soñado, aun asà me quite la camiseta y el calentador estando solo en bóxer me metà debajo de las sábanas de Miguel, y empecé la ansiosa espera, luego de unos minutos sentà cómo se abrÃa la puerta y era verdad Miguel acababa de entrar a la habitación, cómo estaba todo recién instalado no habÃamos puesto aún cortinas por lo que la claridad que entraba a la calle dejaba una vaga penumbra en la alcoba por lo que pude ver a Miguel mientras giraba y caminaba hacia mà luego de ponerle el seguro a la puerta detrás de él, era tal la erección que traÃa que se le marcaba con tanta claridad en su pantaloneta que al ser tan corta por poco y dejaba salir la redonda cabeza de su verga por una manga.
Por fin llego junto a la cama y sin decir nada me beso estando el aún de pie y yo acostado, se quitó su camisetilla y puede ver nuevamente ese fornido torso que inspiró toda esta locura que estaba viviendo, metió su mano en su pantaloneta sacó su verga completamente erecta y dejo caer la pantaloneta a sus pies, se sobo un par de veces la verga y la acercó a mi boca me giré sobre mi abdomen llévate la cabeza y tome su verga en mis manos empecé a acariciarla y disfrutar de ese entramado de gruesas venas que la cubrÃan hice unos cuantos movimientos de masturbación y levantando ese tronco de verga empecé a lamer sus huevos, luego con mi lengua recorrà los 20 cm que separaban la base de la cabeza de esa verga que olÃa a macho recién duchado, abrà toda mi boca y me la introduje tanto cómo pude aguantar sin tener arcadas, la empecé a lamer a succionar y mastúrbala con mis labios apretados a su alrededor, eso le excito porque empezó a follarme la boca en un mete y saca constante solo se detenÃa cuando sentÃa mis arcadas pero volvÃa a hacerlo en cuanto sin sacarla de mi boca me reponÃa y él volvÃa retomar el ritmo, solo la sacó para darme unos cuantos vergazos en mis labios, claro está que yo no iba a dejar que se detuviera ahà por lo que tomándola con firmeza la restregué por toda mi cara, me la volvà a meter a la boca y esta vez él me tomó de la cabeza mientras se la mamaba, estando en esa posición lo tomé con fuerza de sus nalgas que aparte de ser grandes estaba firmes las apretaba con fuerza entre mis manos y les clavaba las uñas para llevarlo con fuerza hacia mi, sentà por sus gemidos que eso lo tenÃa completarme excitado y cómo yo no querÃa que eso terminadas en una simple mamada pare y tomándolo de la mano lo hale hacia la cama.
Él se metió debajo de las sábanas y entre mis piernas que sin dudar las abrà por completo para él, se puso cómodo sobre mi y empezó a morder mis labios me tomo por el mentón y llevo mi cara hacia arriba con un firme apretón de sus dedos hizo que abrirá mi boca y me escupió dentro de ella, era la primera vez que alguien me hacÃa eso no sé qué cara habré puesto al sentir su saliva inundando mi garganta pero debió ser un gesto que delató todo el placer y excitación que sentà porque de solo con verme me tranquilizo con una pÃcara sonrisa que me decÃa que se sentÃa mi dueño y cómo si él necesitara confirmar ese sentimiento de poder sobre mi metió su lengua en mi boca y la pasó por todo su interior juro que la sentà hasta en mis amÃgdalas, se pegó a mi oÃdo metió su lengua por él, mordió mi oreja y despacio pero con voz firme susurro “ahora eres mÃo” solo acerté a decir “si papi tómame y hazme tuyo”, tomo mis manos con firmeza y con una sola mano las sostuvo sobre mi cabeza, poso sus labios sobre mi cuello y bajo rozándolo todo mientras descendÃa por mi cuello yo podÃa sentir su cálido aliento recorriendo mi piel de pronto se detuvo sobre mi pecho y con un suave mordisco aprisionó mi pezón entre sus labios y lo masajeo con su lengua deje escapar un gemido de placer por lo que empezó a mamar mi pecho como si se amantara por primera vez, eso me gustó tanto que empecé a temblar de placer, después de una larga cesión de mamadas a mis pezones en la que alternaba entre el derecho y el izquierdo bajo por mi abdomen, se detuvo y me quito el bóxer, tomó mi pene con su mano y lo apartó a un costado para poder pasar su lengua entre mis testÃculos y mi ano, eso fue definitivamente un nuevo nivel de placer que hasta ese momento no habÃa sentido.
Después de eso se volvió a recostar sobre mi, yo podÃa sentir como los duros cuadritos de su marcado abdomen se restregaba sobre mi, tenÃa toda la zona entre mis piernas mojada por sus lamidas por lo que cuando con una mano tomo su verga en erección para colocarla entre mis piernas solo sentà cómo se deslizaba mientras él la me la restregaba y hacÃa cómo si me estuviera penetrando, sentà cómo recorrÃa mi costado derecho subiendo con una firme caricia con su mano aparentado desde mi pierna hasta llegar a mi boca dónde introdujo sus dedos Ãndice y medio los que no dude en chupar los saco y los metió varias veces mientras gemÃa cuando los tenÃa completamente mojados por mi saliva bajo por mi espalda y los metió en mi culito intentando dilatarme, los retiro y los llevo a su nariz y los olió.
Me dio la vuelta poniéndome boca abajo y empezó a besar mi nuca, bajo besando mi espalda hasta llegar a mis nalgas las acaricio suavemente y me dio dos buenas nalgadas, inclinó su cabeza y sentà un beso en dónde habÃa dejado caer su mano como si quisiera aliviar algún dolor que pudo haberme causado, abrió mis nalgas y me metió la lengua empezó a agitarla lo que se sentÃa delicioso, después de una buena lamida de mi culo sé puso de rodillas detrás de mi, paso sus manos por mi cintura y tomándome del abdomen me puso en cuatro, con una mano me sostenÃa de la cadera y con su verga en la otra me daba pequeños azotes en mis nalgadas, cuando los azotes se detuvieron sentà como jugueteaba con su verga en mi culito intento penetrarme sin éxito al primer interno por lo que se chupó sus dedos e intentó dilatarme nuevamente y para estar completamente seguro que estaba listo para recibir su enorme verga dentro de mi me lanzo un certero escupitajo que me dejo todo el ano mojado y listo para ser penetrado por esa verga gigantesca, estaba tan dura y cabezona que cuando empezó a entrar en mi culito sentÃa que me estaba partiendo en dos pero mi excitación era tan grande que solo respiré profundo y dejé que mi nuevo amante prosiguiera en su tarea de hacerme suyo.
Una vez logró meterme toda su verga la dejo inmóvil dentro de mi por un tiempo en el que el solo acariciaba mis piernas y besaba mi espalda lo que me relajo y sentà que el dolor estaba en un nivel tolerable como para que empezara el bombeo no le dije nada pero se lo hice saber con un movimiento hacia adelante con el que saqué un poco su verga de mis entrañas para en un movimiento de retro volver a métemela toda, el entendió a la perfección y paulatinamente empezó a metérmela y sacármela con cada embestida aumentaba la velocidad y nivel de penetración que era proporcional a mi nivel de excitación no hacÃa falta decirle cuánto lo estaba disfrutando porque con mis gemidos bastaba cuando sentà que estaba toda dentro de mà solté un gemido que debió ser algo fuerte por lo que él puso su mano en mi boca e introdujo sus dedos no sé si para callarme o porque asà se sentÃa más poderoso teniéndome cogido por el culo y dominado mi boca con su mano, sea como fuera yo disfrutaba el chupar sus dedos, me estaba culeando con el brÃo y potencia propio de un joven amante de 18 años, ya llevábamos un buen tiempo en esa posición cuando empezó a retroceder lentamente sin sacar su verga de mi culo y arrastrándome hasta la esquina de la cama en donde él se paró y yo puse mis pies en el piso pero continué con mi cuerpo apoyado boca abajo en la cama, Miguel resultó ser todo un experto en el arte de hacer el amor ya que me habÃa cambiado de posición sin decirme nada y sin dejar de penetrarme, su maestrÃa nuevamente se hizo presente cuando solo con un movimiento de su pierna abrió las mÃas logrando un nivel de penetración que nunca antes habÃa sentido, yo querÃa sentir más de él asà que con mis manos hacia atrás acariciaba lo que lograba alcanzar, puede sentir lo firme de sus muslos lo fuete que eran sus masculinas caderas y cómo no sus grandes testÃculos que colgaban entre mis piernas abiertas, luego de dejarse acariciar por mis manos las tomo entre las suyas y las uso como si fueran las riendas de un brioso corcel me halaba tan fuete hacia el que sus embestidas hacÃan un delicioso ruido al chocar mis nalgas en sus caderas.
Sacó su verga lentamente y con suavidad dejando que mi culito sintiera cómo se replegaba cada centÃmetro de su grueso miembro.
con sus manos tomando mis hombros me dio la vuelta dejándome boca arriba frente a él tomo mis piernas por las rodillas y me llevo contra su cadera dejándome ir de un tirón toda su verga dentro de mi, esta vez no hubo ningún dolor solo una intensa sensación de placer que sellé con un callado quejido y un fuerte temblor de todo mi cuerpo literalmente me puso la piel de gallina, entre sus embestidas rosaba con sus manos mis piernas, besaba mis muslos y recorrÃa mi torso con una mano y con la otra masajeaba mi lengua y mis labios ya que nuevamente tenÃa sus debidos en mi boca cuando los ya tenÃa húmedos por mis mamadas bajo con ellos y pellizcó mis pezones para luego con un pectoral en cada una de sus manos apretarlos y jugar con ellos, me miró fijamente me lanzo una pÃcara sonrisa dibujando una mueca de placer en su hermoso rostro y aumento el ritmo de sus penetradas en ese preciso momento sus ajetreados jadeos y un temblor en su cuerpo me indicó que debÃa de prepararme para recibir un baño de leche que seguramente me llenarÃa mi culito pero para mi sorpresa de un tirón sacó su verga y la tomo con su mano dejado venir sobre mi una profusa y espesa cantidad de leche caliente, yo no necesite masturbarme para unirme a él en su eyaculación ya que con la sensación que sentà cuando su verga salió rápidamente de mi me estimuló tanto que lancé varios chorros de mi leche casi hasta el techo, cayeron sobre mi pecho por lo que entre su leche y la mÃa estaba todo bañando.
tomo una toalla que estaba extendida sobre una silla de la habitación se limpió su verga con ella y luego me la ofreció para que me limpie supongo que era la toalla que uso para su ducha de esa noche ya que aún estaba algo húmeda, busqué mi bóxer algo avergonzado ya que al alcanzar el orgasmo también recupere la razón, el estaba de pie junto a la ventana que se habÃa empañado por la transpiración de nuestra pasión, y sonriendo me dijo acá esta se acercó a mi me abrazo y me empezó a besar pero esta vez no era con pasión si no con una ternura que me trasmitió paz y una tranquilidad extraña dadas las circunstancias, él seguÃa desnudo por lo que no dejo que me vistiera solo me llevo a la cama he hizo que me recostara sobre su pecho, yo lo empecé a acariciar con la misma ternura con la que él me habÃa besado y mientras jugaba sus manos en mi cabello me dijo:
-Que verga -Sabina que tu culito iba a ser mÃo pero no me esperaba que fuera tan pronto
-Porque lo dices?
-Lo vi en tus ojos en la primera mirada que cruzamos cuando la Dani nos presentó
-Tu eres gay?
-No, soy bisexual igual que tu
-Alguien sabe de ti?
-No, y espero que siga asÃ, creo que serÃa lo mejor para los dos
-Tienes razón
-Oye y tú y mi prima qué onda
-La verdad si la quiero no diré que la amo pero me siento bien con ella
-Ya te la has comido?
-Unas tres veces ya sabes por la Celia y dónde vivÃan no tenÃamos mucho chance
-La verdad sin mentir -quién hace mejor el amor ella o yo?
-Jajajajvaya pregunta -creo que debemos coger más tu y yo para decidirlo
-Jajaja pequeño goloso, te aprovechas de mi
-Ya en serio lo haces increÃble me encanta eres todo un profesional
-Lógico no creerás que eres el primer culo que me como, además de unos cuantos cursos intensivos de pornografÃa por internet que he realizado jajaja
-Creo que deberÃamos volver a la cama de mis primas no se vayan a despertar y nos cachen
-A todo esto qué hora es
-No sé pero saldré yo primero espera un rato antes de ir a acotarte tu también
-Anda me cambiaré esperaré refrescarme e iré si se despiertan diremos que estábamos en la cocina comiendo algo
-Jajaja peor eso es verdad yo me comà tu culo y tu mi verga
-Eres un pÃcaro pero eso me encanta
-A mi también me encantas tu mi putito de culo suave
Me dio un beso y se fue, espere un momento y fui hasta la habitación y me recosté silenciosamente junto a él nuevamente él se volteó hacia mi puso su brazo sobre mi pecho y siguió acariciando mi oreja sin decir nada de cuando en cuando me ponÃa su pierna sobre la mÃa y me acariciaba con su pie, no pasó mucho tiempo para que empezara a amanecer por lo que me di cuenta que nuestro encuentro habÃa durado cerca de dos horas.
Eran casi las 09:00 cuando Daniela se despertó y nos llamó a los demás yo fingà despertar ya que no habÃa logrado dormir, Miguel tardo en despertar y Daniela se empezó a reÃr de mi porque él me habÃa abrazado “en lo dormido” Daniela me dijo:
-Si pudiste dormir mi amor
-Si estaba tan cansando que me dormà casi de inmediato
-Yo creo que todos estábamos igual, sobre todo Miguel por el viaje y todo el ajetreo de la mudanza
-Si es verdad (y eso que no sabes el ajetreo que tuvimos toda la madrugada)
Después de estar todos despiertos desayunamos algo y les dije que debÃa ir a mi casa ya, por lo que me despedà de Daniela y Celia con un beso en la mejilla y de Miguel con un fuerte abrazo, cuando iba a salir Daniela dijo:
-El portón está cerrado hay que ir abrirte
-Miguel tomó las llaves-ya lo abro yo
Salimos del departamento y en las escaleras del segundo piso Miguel me puso contra la pared me beso y con mis manos en sus nalgas me dijo:
-Recuerda que ahora eres mÃo
-Si tranquilo que después de cómo me dejaste el culo no creo que lo pueda usar en un buen tiempo
-Igual me lo quiero comer en cuento se dé la oportunidad
-Ya veremos cómo hacemos para vernos a solas nuevamente
-Ahora seremos amantes?
-Creo que ya lo somos
-Perfecto -me estampo un nuevo beso y tras una nalgada me dijo te me cuidas bebé
De camino a casa apenas y podÃa sentarme no podÃa creer que el primo de mi novia me habÃa roto el culo la primera noche de conocernos y ahora ya era mi amante.
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