El jovencito curioso 😈
nombre no tiene importancia, me costó decidirme a contar lo que me pasó, se que no estuvo muy bien pero la calentura pudo más. Soy un hombre de complexión fuerte, mido 1.80 de alto, piel blanca, pelo negro azabache, ojos café claro, pelo corto, peso 81 Kilos. Tengo 30 años, estoy casado desde hace un año y con una hija de 1 año también.
Sólo una vez tuve un encuentro sexual con un chico que se llamaba Manuel. Desde ese dÃa tengo la fantasÃa de estar con un chico, pero nunca me atrevà a hacerlo. Años después me casé, no sé si enamorado enamorado o más bien por mi hija. Hace dos meses que nos cambiamos a una nueva urbanización donde habÃamos comprado un chalet individual .
Un domingo casi recién llegado veo salir de la casa de mi vecino un muchacho, digamos jovencito, en una bicicleta de montaña. Era rubio de ojos azules y ya formando. Me pareció atractivo. En la tarde recibimos la visita de la familia vecina, con ellos venÃa este chico que se llama Cristian, todos simpáticos y dicharacheros. A mi señora le agradó la compañÃa de madre y a mà la compañÃa de los varones, padre e hijo. Son los dos bastante atractivo. El padre tiene 33 años, se casó de penalti con su señora cuando ella tenÃa 21.
Pasaron dos semanas y ya éramos amigos Ãntimos.
Un dÃa nos invitaron a jugar a las cartas en su casa. Estábamos en la mitad del juego y me di cuenta que habÃa olvidado mi móvil. Me disculpé pues esperaba una llamada importante, y levantándome de la mesa fui a buscarlo.
En la puerta de la casa de los vecinos estaba Cristian.
¿Mi padre está en casa? - Me preguntó.
Sà - le contesté.
¿Y ya te vas?
No, He olvidado el teléfono y voy a buscarlo.
¿Tienes ya Internet?
Si ya me la han instalado
¿PodrÃa usar su ordenador? Verás es que en mi casa todavÃa no tenemos conexión y tengo que leer unos correos del profesor. - me aclaró.
Bueno vale. Acompáñame.
Entramos en casa le conduje a mi despacho y le encendà el ordenador
Sà - le contesté.
¿Y ya te vas?
No, He olvidado el teléfono y voy a buscarlo.
¿Tienes ya Internet?
Si ya me la han instalado
¿PodrÃa usar su ordenador? Verás es que en mi casa todavÃa no tenemos conexión y tengo que leer unos correos del profesor. - me aclaró.
Bueno vale. Acompáñame.
Entramos en casa le conduje a mi despacho y le encendà el ordenador
Bueno aquà lo tienes.¿Quieres una Coca Cola? - le pregunté
Si muchas gracias. - me dijo
Tras llevarle le la bebida me dirigà al baño a orinar. Recordando al muchacho me di cuenta su parecido con Manuel y eso hizo que me empalmara. Sacudiendo la cabeza me dije, pero es casi es un niño e intenté borrar de mi cabeza esas fantasÃas.
Si muchas gracias. - me dijo
Tras llevarle le la bebida me dirigà al baño a orinar. Recordando al muchacho me di cuenta su parecido con Manuel y eso hizo que me empalmara. Sacudiendo la cabeza me dije, pero es casi es un niño e intenté borrar de mi cabeza esas fantasÃas.
Al volver a mi despacho le encontré chateando.
¿Que nos vamos? - pregunté.
¿Puedo quedarme un poco más? Es que estoy chateando con los colegas.- me rogó con ojitos de carnero degollado.
Esta bien. Yo me voy. - le contesté encaminándome a la puerta.
Estuvimos en de visita hasta altas horas de la madrugada. Ya eran las 2:30 de la madrugada cuando volvimos para la casa. Al entrar Cristian al parecer nos escuchó y salió rápidamente del despacho, me dio las gracias y se fue.
¿Puedo quedarme un poco más? Es que estoy chateando con los colegas.- me rogó con ojitos de carnero degollado.
Esta bien. Yo me voy. - le contesté encaminándome a la puerta.
Estuvimos en de visita hasta altas horas de la madrugada. Ya eran las 2:30 de la madrugada cuando volvimos para la casa. Al entrar Cristian al parecer nos escuchó y salió rápidamente del despacho, me dio las gracias y se fue.
Al dÃa siguiente recibimos la noticia que la madre de mi señora estaba enferma y me dejó sólo cuidando a la niña. Sin nada que hacer me puse a revisar mi correo electrónico. No se por que curiosidad malsana se me ocurrió buscar en los archivos temporales de Internet lo que habÃa estado haciendo Cristian la noche anterior. Sorpresa, páginas de porno gay. Miré a la papelera y vi unos Klinex arrugados.
Asà que el jovenzuelo se habÃa estado aliviando en mi despacho- pensé divertido.
Navegue por todas las páginas que habÃa visitado. Las fotos y los relatos que vi me pusieron a mil. No sabÃa qué hacer ni pensar ya que habÃa entablado una buena amistad con su padre. DebÃa decÃrselo o callar. Finalmente borré todo de mi PC y me dediqué a preparar la comida. Cuando estaba en plena faena sonó el timbre. Eran los vecinos
Navegue por todas las páginas que habÃa visitado. Las fotos y los relatos que vi me pusieron a mil. No sabÃa qué hacer ni pensar ya que habÃa entablado una buena amistad con su padre. DebÃa decÃrselo o callar. Finalmente borré todo de mi PC y me dediqué a preparar la comida. Cuando estaba en plena faena sonó el timbre. Eran los vecinos
Tenemos que salir a resolver unos asuntos con urgencia.¿Te podrÃas quedar con Cristian y darle de comer?. Sabemos que no está tu señora pero no tenemos comida en casa y no podemos dejar al chaval en ayunas..
Cristian no me miraba a los ojos, sólo miraba el suelo.
Cristian no me miraba a los ojos, sólo miraba el suelo.
Está bien, si él quiere quedarse, ya estaba preparando la comida pero le agrego más agua y listo. - les dije alegremente
¿Te quedas con MartÃn? - le preguntaron sus padres
Bueno vale - contestó el muchacho
Muchas gracias. Te debemos una - me dijeron agradecidos marchándose apresuradamente.
Nunca me encontré en situación tan embarazosa. Me dolÃa hasta el estómago, no sabÃa qué hacer ni qué decir, el chico solo miraba la TV sentado en la alfombra. Yo sentado en el sofá le observaba
¿Te quedas con MartÃn? - le preguntaron sus padres
Bueno vale - contestó el muchacho
Muchas gracias. Te debemos una - me dijeron agradecidos marchándose apresuradamente.
Nunca me encontré en situación tan embarazosa. Me dolÃa hasta el estómago, no sabÃa qué hacer ni qué decir, el chico solo miraba la TV sentado en la alfombra. Yo sentado en el sofá le observaba
¿Tienes hambre ? - le pregunté para romper el hielo.
No la verdad que no mucha - me dijo sin volver la cabeza.
¿Que tal anoche chateando con tus amigos? - le pregunté únicamente para seguir la conversación
Se puso muy nervioso con esa pregunta, solo me miró y dijo
No la verdad que no mucha - me dijo sin volver la cabeza.
¿Que tal anoche chateando con tus amigos? - le pregunté únicamente para seguir la conversación
Se puso muy nervioso con esa pregunta, solo me miró y dijo
Bien
El morbo se apoderaba de mi. Continué emplazándole.
El morbo se apoderaba de mi. Continué emplazándole.
¿Como no me enseñas las páginas que visitas?. Supongo que te gustan los juegos al igual que a mi.
De nuevo me miró y bajó la cabeza.
De nuevo me miró y bajó la cabeza.
¿Que pasa? - le pregunté
Nada. - me contestó
Me pareció que se ruborizaba.
Nada. - me contestó
Me pareció que se ruborizaba.
¿Bueno, qué opinas? ¿Me las enseñas?
Mejor dime tú alguna - me respondió presuroso
Está bien, tengo unas geniales. Pero vamos al ordenador de mi habitación. El del despacho está actualizando y le llevará un buen rato - le mentÃ.
Nos dirigimos al dormitorio, encendà el PC y me dispuse a navegar por Internet. Cristian se sentó junto a mÃ. VestÃa unos pantalones de deporte cortitos y una sudadera blanca. Le mostré unas páginas que por lo que noté en su mirada, no eran de su agrado. Ya no sabÃa qué hacer para que mi huésped se sintiera más cómodo e ideé una estrategia.
Mejor dime tú alguna - me respondió presuroso
Está bien, tengo unas geniales. Pero vamos al ordenador de mi habitación. El del despacho está actualizando y le llevará un buen rato - le mentÃ.
Nos dirigimos al dormitorio, encendà el PC y me dispuse a navegar por Internet. Cristian se sentó junto a mÃ. VestÃa unos pantalones de deporte cortitos y una sudadera blanca. Le mostré unas páginas que por lo que noté en su mirada, no eran de su agrado. Ya no sabÃa qué hacer para que mi huésped se sintiera más cómodo e ideé una estrategia.
Voy a salir a comprar unos refrescos. Si quieres navega un poco mientras vuelvo- le dije marchándome y dejándole solo.
Después de un rato de dar vueltas por las esquinas me dirigà de nuevo a casa. No entré por la entrada principal, salté el seto entre su casa y la mÃa. Y dirigiéndome a la puerta trasera entre por la cocina. Me quité los zapatos y subà al segundo piso donde estaba. Me colé por la puerta del baño que da al pasillo y me dispuse a observar por la que comunica el baño con la habitación.
Después de un rato de dar vueltas por las esquinas me dirigà de nuevo a casa. No entré por la entrada principal, salté el seto entre su casa y la mÃa. Y dirigiéndome a la puerta trasera entre por la cocina. Me quité los zapatos y subà al segundo piso donde estaba. Me colé por la puerta del baño que da al pasillo y me dispuse a observar por la que comunica el baño con la habitación.
La entreabrà un poco. La luz estaba apagada, no podÃa descubrir que lo espiaba. Como supuse estaba viendo hombres desnudos y en pleno acto sexual. No pude evitarlo, ver al chico tocarse el pene con esa calentura hizo que se me empinara la polla.
Mi vecinito es un guapo mariconcete- me dije complacido.
Lo seguà observando. A ratos paraba de cascársela y miraba por la ventana apartando los visillos para ver si yo regresaba. Los dos nos la machacamos frenéticos. De repente se levantó y se dirigió al cubo de la ropa sucia que estaba en una esquina. Rebuscó extrayendo una prenda. Me quedé de piedra cuando me di cuenta de que eran unos calzoncillos mÃos. Los empezó a olisquear mientras se tocaba el pito. Era demasiado ya no podÃa aguantar más.
Lo seguà observando. A ratos paraba de cascársela y miraba por la ventana apartando los visillos para ver si yo regresaba. Los dos nos la machacamos frenéticos. De repente se levantó y se dirigió al cubo de la ropa sucia que estaba en una esquina. Rebuscó extrayendo una prenda. Me quedé de piedra cuando me di cuenta de que eran unos calzoncillos mÃos. Los empezó a olisquear mientras se tocaba el pito. Era demasiado ya no podÃa aguantar más.
Salà del baño y encendà la luz del dormitorio. El jovenzuelo se volvió y me miró asustadÃsimo. Ocultó rápidamente a su espalda mis calzoncillos pero no pudo apagar el ordenador. En ese momento comenzó a llorar y a suplicarme que no dijera nada.
Solo estaba mirando. SentÃa curiosidad. QuerÃa saber como se lo montan los gays - me dijo gimoteando.
Le mire circunspecto mientras el joven lloraba. Luego, compadeciéndome de él le dije.
Le mire circunspecto mientras el joven lloraba. Luego, compadeciéndome de él le dije.
No pasa nada. Eres un chico y a esa edad no se sabe bien lo que se quiere. Y es normal que experimentes.
TenÃa curiosidad simplemente - me contestó mientras se secaba las lágrimas con la mano.
TenÃa curiosidad simplemente - me contestó mientras se secaba las lágrimas con la mano.
No obstante quise aprovechar la oportunidad y comprobar si al mozalbete le iba la marcha.
Tranquilo,está bien. De hecho a mà también me gustarÃa saber de qué se trata estas páginas - le dije sonriente.
Le hice que se sentara a mi lado y comencé a retroceder las web. Eran unas imágenes de unos tios buenisimos.
Le hice que se sentara a mi lado y comencé a retroceder las web. Eran unas imágenes de unos tios buenisimos.
Tienes buen gusto - le dije
Me miró avergonzado.
Me miró avergonzado.
Durante un rato estuvimos viendo las páginas porno. HabÃa fotos y vÃdeos de hombres dándose por el culo, haciéndose mamadas, en toda clase de posturas. Me comencé a calentar con lo que veÃa en la pantalla y mirando las piernas desnudas del muchacho. Mi vista subió hasta su pubis donde se le marcaba un considerable bulto. No lo pude evitar, mi mano se posó en su muslo, suave y terso como el de una chica pero con formas de un hombre. Se la comencé a tocar hasta llegar al borde de su pantalón corto. Cristian se movio inquieto y el asiento chirrrió. Entonces le dije
Ese taburete está un poco desvencijado y se puede romper, ademas creo que no ves bien tan ladeado, siéntate en mis piernas. Pero primera apaga la luz de techo,con la lámpara del escritorio ya es suficiente.
Me miró a la cara y bajó su cabeza como de costumbre, se levantó y apagó la luz quedando el cuarto en penumbra. Aparté la silla y sin decir nada se sentó en mi pierna izquierda.
Me miró a la cara y bajó su cabeza como de costumbre, se levantó y apagó la luz quedando el cuarto en penumbra. Aparté la silla y sin decir nada se sentó en mi pierna izquierda.
¿Te gusta lo que ves? - le pregunté.
No
SabÃa que mentÃa su rabo empalmado se dibujaba en el pantalón. Lo abracé con mi brazo izquierdo. Estaba sentado con las piernas abiertas sobre la mÃa y con la mano derecha continué las caricias en su muslo. No podÃa detenerme, tenia que seguir. Subà pasando la barrera del final del pantalón y toqué más arriba. Le acaricié por entre las piernas deslizando mi mano en busca de su sexo. El muchacho retrocedió un poco para esquivar mi avance. Lo logró, pero insistà nuevamente y lo conseguÃ. Su polla estaba a tope. DurÃsima.
No
SabÃa que mentÃa su rabo empalmado se dibujaba en el pantalón. Lo abracé con mi brazo izquierdo. Estaba sentado con las piernas abiertas sobre la mÃa y con la mano derecha continué las caricias en su muslo. No podÃa detenerme, tenia que seguir. Subà pasando la barrera del final del pantalón y toqué más arriba. Le acaricié por entre las piernas deslizando mi mano en busca de su sexo. El muchacho retrocedió un poco para esquivar mi avance. Lo logró, pero insistà nuevamente y lo conseguÃ. Su polla estaba a tope. DurÃsima.
Comencé a frotarla por encima del pantalón y asà estuve durante un buen rato. Decidiéndome tomé su mano convocándola justo en mi entrepierna sin tocar aún mi pene. Pero Cristian comprendió lo que pretendÃa, sin decirle nada, comenzó a masajearme el paquete. Nunca experimenté algo asÃ: Era una mano inexperta pero muy sutil y acariciadora. Empezó a masturbarme a través de la tela de la misma forma que yo lo estaba haciendo.
Miré la pantalla del ordenador, estábamos en la misma página desde hacÃa ya bastante rato y ninguno de los dos prestaba atención a los tÃos que follaban en el vÃdeo. Acercándome a su oÃdo y le susurré
¿Te gusta?"
Negó con la cabeza. Yo cabreado le dije
Negó con la cabeza. Yo cabreado le dije
Como me vuelvas a mentir, todos sabrán de tus inclinaciones, "¿Me oyese?"
Sà -, me contestó
Bien, te preguntaré nuevamente, ¿Te gusta?"
SÃ, sà me gusta. - confesó al fin entre jadeos
¿Yo te gusto?
SÃ me gustas - me dijo mientras se derretÃa con mis caricias.
¿Te gusta mi polla?
SÃ, me encanta. Es muy grande - dijo mientras me la apretaba.
¿Quieres que nos hagamos una paja?
SÃ, si. - dijo ansioso
Apagué el ordenador y nos levantamos quedando uno frente al otro.,.
Sà -, me contestó
Bien, te preguntaré nuevamente, ¿Te gusta?"
SÃ, sà me gusta. - confesó al fin entre jadeos
¿Yo te gusto?
SÃ me gustas - me dijo mientras se derretÃa con mis caricias.
¿Te gusta mi polla?
SÃ, me encanta. Es muy grande - dijo mientras me la apretaba.
¿Quieres que nos hagamos una paja?
SÃ, si. - dijo ansioso
Apagué el ordenador y nos levantamos quedando uno frente al otro.,.
¿Has besado a alguien en la boca? - le pregunté.
No, una chica trató de hacerlo pero no la dejé.
¿Quieres que te bese?
Bueno.- me respondió tras dudarlo unos instantes
Fue entonces cuando le besé. Creà estar en el cielo, su boca jugosa, sus labios carnosos, su lengua buscando la mÃa, su corazón latiendo a mil. Le fui empujando con suavidad y le recosté en mi cama sin dejar de besarle, lo miré en la penumbra y le volvà a preguntar
No, una chica trató de hacerlo pero no la dejé.
¿Quieres que te bese?
Bueno.- me respondió tras dudarlo unos instantes
Fue entonces cuando le besé. Creà estar en el cielo, su boca jugosa, sus labios carnosos, su lengua buscando la mÃa, su corazón latiendo a mil. Le fui empujando con suavidad y le recosté en mi cama sin dejar de besarle, lo miré en la penumbra y le volvà a preguntar
¿Quieres que lo hagamos?
SÃ- , y me besó intensamente.
Tomé sus manos convocándolas por encima de su cabeza. Le olà intensamente disfrutando de la fragancia a chico bien aseado. Todo el exhalaba limpieza. Dejando las manos arriba comencé a quitarle la sudadera. En la oscuridad se vislumbraba un lampiño pecho blanco, levemente iluminado en la penumbra de la habitación. Besé su ombligo, su vientre, chupé esos rosados pezones con sabor a hombre casi niño, una mezcla que me fascinó
SÃ- , y me besó intensamente.
Tomé sus manos convocándolas por encima de su cabeza. Le olà intensamente disfrutando de la fragancia a chico bien aseado. Todo el exhalaba limpieza. Dejando las manos arriba comencé a quitarle la sudadera. En la oscuridad se vislumbraba un lampiño pecho blanco, levemente iluminado en la penumbra de la habitación. Besé su ombligo, su vientre, chupé esos rosados pezones con sabor a hombre casi niño, una mezcla que me fascinó
Luego asalté sus piernas, querÃa dejar lo mejor para el final. Acaricié su tersa y suave piel, las besé. Le quite las zapatillas y los calcetines. TenÃa unos pies bonitos y perfectos, les di un masaje y le chupé un dedo. Su sabor era una mezcla salada y dulce. Lamà su planta, sus tobillos, y lo miré a los ojos
Eres bellÃsimo - le dije
Sonrió y cerró los ojos. Besando sus piernas me dirigà al pantalón, desaté el nudo del cordón y le bajé la prenda. Para los que les gustan los chicos creo que no hay nada más excitante que uno en calzoncillos blancos. Le manoseé el paquete y exhaló un suspiro. Por encima de la tela le mordisqueaba el pene y olfateaba a ese machito en sazón. Sin querer pensé en su padre. ¿TendrÃa las mismas formas que él? Al imaginarlo me calenté aun mas.
Sonrió y cerró los ojos. Besando sus piernas me dirigà al pantalón, desaté el nudo del cordón y le bajé la prenda. Para los que les gustan los chicos creo que no hay nada más excitante que uno en calzoncillos blancos. Le manoseé el paquete y exhaló un suspiro. Por encima de la tela le mordisqueaba el pene y olfateaba a ese machito en sazón. Sin querer pensé en su padre. ¿TendrÃa las mismas formas que él? Al imaginarlo me calenté aun mas.
Le quité los calzoncillos y se dejó ver un pene más bien pequeño, blanco, sin circuncidar, testÃculos tan blancos que se dejaban ver sus venas y con una fina lanilla cubriendolos. Les pasé la lengua para saber el sabor pues ya el olor me volvÃa loco. Rico, más rico que cualquier sabor de mujer que haya probado.
Tomé con mi mano su pito y frotándolo con suavidad un momento. Lo metà en la boca succionando como un bebé una teta. Cuando se la estaba mamando sentà como su joven cuerpo se estremecÃa. Su suave capullo latÃa intensamente en mi boca y con mi lengua peleaban por quedarse en ella. Era un pequeño mástil aquel pene novicio, trataba de doblarlo con mi lengua pero estaba duro como una piedra. Seguà succionando, sintiendo ese sabor de macho recién crecido. Con mi lengua comencé a batir en retirada la piel que protegÃa la punta del falo.
Era su primera vez y su virginidad era mÃa. Por un momento me dio miedo ya que su corazón palpitaba desaforadamente. Yo estaba tan caliente que, cosa que nunca me habÃa pasado, estaba a punto de venirme en los pantalones, sin que él me hubiese tocado.
No se si el muchacho lo percibió porque tomó la iniciativa y me lanzó a la cama. Comenzó exactamente como yo lo habÃa hecho. Me desabotonó la camisa procediendo a quitarmela, tocó mi pecho y me abrazó como quien abraza a un amante. Empezó a besarme por todo el pecho descendiendo hacia los vaqueros, soltó el botón, bajó el cierre. Mi pene estaba a reventar casi saliendo del pantalón. Me bajó la prenda y quedé sólo en calzoncillos.
Nuevamente prosiguió con las mismas pautas que yo habÃa utilizado con él, mordisqueando mi pene y los testÃculos a través de los calzoncillos. Notaba como mojaba la tela con su boca. Tras empaparme la prenda me la quitó. Pude comprender su asombro, hasta yo quedé impresionado, nunca en mi vida habÃa experimentado una erección tan potente. Mi verga es considerable pero en esta ocasión era un auténtico cipote. Larga y gorda como nunca la habÃa visto.
Estaba excitadÃsimo y sólo deseaba que se lo metiera en la boca. Lo fue haciendo inexpertamente pero al mismo tiempo en forma deliciosa. Mi joven amante jugaba con su presa. La masturbaba, le daba besos, la trataba de tragar toda ella sin conseguirlo.
¿Te atreverÃas a tomar de mi leche?¿Sabes que es? - le dije eufórico.
SÃ, pero no sé si me gustará - me respondió un poco dudoso.
¿Yo te gusto? - le pregunté
Si
Pues si te gusto mucho, todo lo mÃo para ti será sabroso.
Y me la empezó a mamar. Le guiaba con mis manos y él se ayudaba con las suyas tomando la base de mi pene, Me estaba dando un placer inenarrable. Cada vez me daba más y más gusto.
SÃ, pero no sé si me gustará - me respondió un poco dudoso.
¿Yo te gusto? - le pregunté
Si
Pues si te gusto mucho, todo lo mÃo para ti será sabroso.
Y me la empezó a mamar. Le guiaba con mis manos y él se ayudaba con las suyas tomando la base de mi pene, Me estaba dando un placer inenarrable. Cada vez me daba más y más gusto.
Asà mi ricura, asÃ, chúpala toda que es para ti mariconcete. Dale más, chupa, que es toda tuya,
- Haaa haaaa, hauuuu ,aaaaah haaa
Si mamamela entera. Chupa más, cometela te lo ruego.
Haaa ummmm qué rico chupas haa ffff
Fue la mejor corrida de mi vida. Cuando lo miré tenÃa la boca llena de leche y el muy goloso la saboreaba. Le miré a los ojos y le pregunté
- Haaa haaaa, hauuuu ,aaaaah haaa
Si mamamela entera. Chupa más, cometela te lo ruego.
Haaa ummmm qué rico chupas haa ffff
Fue la mejor corrida de mi vida. Cuando lo miré tenÃa la boca llena de leche y el muy goloso la saboreaba. Le miré a los ojos y le pregunté
¿Te gusta mi leche?
SÃ, está rica, mmm" - me contestó relamiéndose.
Lo besé, me abrazó y nos tumbamos en la cama. No soltaba mi pene y yo lo tomé de la cintura bajando mi mano para tocar su trasero. Dios que suave, duro y respingón
SÃ, está rica, mmm" - me contestó relamiéndose.
Lo besé, me abrazó y nos tumbamos en la cama. No soltaba mi pene y yo lo tomé de la cintura bajando mi mano para tocar su trasero. Dios que suave, duro y respingón
¿Serás mÃo? -le susurre
Siempre que quieras.
Le toqué el trasero y le volvà a preguntar.
Siempre que quieras.
Le toqué el trasero y le volvà a preguntar.
¿Y ese culo será mÃo?
Bajó la mirada a mi cipote y me dijo
Bajó la mirada a mi cipote y me dijo
No creo que pueda soportarlo dentro - me contestó angustiado.
Le tranquilicé y le dije que cuando se sintiese preparado para ser completamente mÃo me lo dijera . Sugerà que nos bañáramos juntos antes que sus padres lo recogieran.
Le tranquilicé y le dije que cuando se sintiese preparado para ser completamente mÃo me lo dijera . Sugerà que nos bañáramos juntos antes que sus padres lo recogieran.
Ya en la ducha los dos, le observaba, era tan sólo crÃo que probaba cosas de grandes. Nuevamente se me pasó por la cabeza si su padre serÃa como él, pero en versión crecida, sólo habÃa una forma de saberlo, preguntando.
Cristian, te puedo hacer una pregunta?, ¿Siempre te han gustado los hombres?"
Bajó su cabeza y me contestó,
Bajó su cabeza y me contestó,
No siempre, lo que pasa es que una vez vi a un chico amigo mÃo que hizo esto con un hombre y querÃa saber qué se sentÃa.
¿Y te gustó?
SÃ, mucho, pero faltó algo que no me atrevo a hacer.
SÃ, lo entiendo - le dije.
¿Me puedes contar la historia? ¿Quien era el chico que viste haciendo esto? - le pregunté curioso.
Bueno, se llama Javi es un poco más joven que yo. Le invité a mi casa una vez a dormir. Al dÃa siguiente me fui a clase temprano, Javi se quedó en la cama pues tenÃa clase por la tarde. Mi madre se fue al trabajo y mi padre también.Cuando llegué al colegio no me dejaron entrar porque llegué tarde y me tuve que volver a casa.
¿Y qué pasó?
Al llegar la puerta estaba cerrada y trepé por el emparrado como suelo hacer, entrando por una ventana del segundo piso. Javi no estaba en mi cuarto. Cuando estaba cambiándome de ropa oà unos ruidos desde la habitación de mis padres. Pensé que estaban robando y me deslicé con cautela, me puse a espiar por la rendija de la puerta. Era mi padre con Javi
¿Tu padre? - le dije asombrado.
SÃ, le pasaba su lengua por el trasero y luego le clavó la polla por el culo. A Javi no lo veÃa bien, pero mi padre disfrutaba un montón. Sus huevos se bamboleaban mientras se la metÃa y sacaba sin cesar. Mi padre resoplaba como un animal. Javi daba pequeños grititos. Luego de un rato creo que se corrió porque se salió de él y se fue a duchar. Entonces pude ver claramente a mi amigo, estaba tirado en la cama con las piernas abiertas y por el ojete totalmente abierto se le salÃa un lÃquido blanquecino. Tras unos instantes tocándose el culo con la mano se levantó y volvió a mi dormitorio con cara de alegrÃa. Desde ese dÃa no ha vuelto a ir a mi casa.
¿Y te gustó?
SÃ, mucho, pero faltó algo que no me atrevo a hacer.
SÃ, lo entiendo - le dije.
¿Me puedes contar la historia? ¿Quien era el chico que viste haciendo esto? - le pregunté curioso.
Bueno, se llama Javi es un poco más joven que yo. Le invité a mi casa una vez a dormir. Al dÃa siguiente me fui a clase temprano, Javi se quedó en la cama pues tenÃa clase por la tarde. Mi madre se fue al trabajo y mi padre también.Cuando llegué al colegio no me dejaron entrar porque llegué tarde y me tuve que volver a casa.
¿Y qué pasó?
Al llegar la puerta estaba cerrada y trepé por el emparrado como suelo hacer, entrando por una ventana del segundo piso. Javi no estaba en mi cuarto. Cuando estaba cambiándome de ropa oà unos ruidos desde la habitación de mis padres. Pensé que estaban robando y me deslicé con cautela, me puse a espiar por la rendija de la puerta. Era mi padre con Javi
¿Tu padre? - le dije asombrado.
SÃ, le pasaba su lengua por el trasero y luego le clavó la polla por el culo. A Javi no lo veÃa bien, pero mi padre disfrutaba un montón. Sus huevos se bamboleaban mientras se la metÃa y sacaba sin cesar. Mi padre resoplaba como un animal. Javi daba pequeños grititos. Luego de un rato creo que se corrió porque se salió de él y se fue a duchar. Entonces pude ver claramente a mi amigo, estaba tirado en la cama con las piernas abiertas y por el ojete totalmente abierto se le salÃa un lÃquido blanquecino. Tras unos instantes tocándose el culo con la mano se levantó y volvió a mi dormitorio con cara de alegrÃa. Desde ese dÃa no ha vuelto a ir a mi casa.
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